El análisis de 1.500 políticas climáticas implementadas en 41 países en las dos últimas décadas ―entre 1998 y 2022― muestra que una pequeña proporción ―63 de ellas― consiguió una reducción relevante de las emisiones de dióxido de carbono. El estudio, publicado en Science, indica que en el sector del transporte en España se registró un descenso significativo de estas emisiones. Según los autores, la combinación de varios instrumentos políticos suele ser más eficaz que el uso de medidas aisladas.
María José Sanz - políticas climáticas
María José Sanz
Directora del BC3 (Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático) y miembro de la mesa del IPCC
La nota de prensa refleja bien el contenido del artículo. El estudio representa un análisis interesante de la base de datos de políticas ‘climáticas’ de la OCDE y da ciertas indicaciones muy generales del aparente impacto de estas, incluyendo algunas combinaciones y marcando ciertas diferencias entre países desarrollados y no desarrollados.
Sus resultados deben tomarse con cautela. Los contextos políticos y regulatorios de los diferentes países pueden marcar grandes diferencias en el impacto de determinadas políticas, por lo que no es generalizable qué políticas son mejores. Establecer la causalidad y la intencionalidad de una medida no es fácil dado que algunas son muy interdependientes y que, en algunas ocasiones, los impactos no se deben a las medidas sino a otras causas (por ejemplo, fenómenos geopolíticos que pueden afectar el precio de los combustibles).
Esther Anaya - políticas climáticas
Esther Anaya-Boig
Consultora e investigadora independiente de movilidad ciclista, doctorada por el Centro de Políticas Ambientales del Imperial College de Londres y docente en varios programas de grado y máster
Este artículo ha conseguido evaluar el impacto de cientos de políticas para el cambio climático de una forma limpia y avanzada. En vez de medir el antes y después de las políticas, ha podido detectar cambios en las emisiones y en qué casos se pueden atribuir a políticas existentes. Destaco el valor de los datos abiertos (open data), que permite a las personas que investigan realizar estos importantes estudios con métodos punteros de análisis de datos, que nos aportan las claves para tomar decisiones críticas para la vida en nuestro planeta.
Este estudio demuestra ideas muy importantes que, si bien no son nuevas, se refuerzan y claman a la acción en una determinada dirección. Uno de sus resultados principales es que necesitamos abordar el cambio climático con muchas y diferentes políticas a lo largo del tiempo. Dado que los datos para España relacionan las políticas de transporte con las mayores reducciones de emisiones registradas, y que la movilidad es mi especialidad, me centraré en este campo. El concepto de los policy packages o paquetes de políticas no es nuevo en el campo de la movilidad. Hace más de diez años, Moshe Givoni y David Banister (nombres clave en los estudios académicos de movilidad sostenible), en la Universidad de Oxford, defendían que los paquetes de políticas podían generar mayor impacto que la implantación de políticas individuales.
Llevado al contexto español, ¿qué aprendizajes podemos extraer de los resultados de este estudio? En primer lugar, necesitamos aplicar una visión integral en las políticas de movilidad que se recoja en unos buenos instrumentos de planificación, nuestras hojas de ruta. La visión integral nace de constatar que invertir en un solo tipo de políticas no nos ayuda a alcanzar los resultados esperados (como consigue demostrar este artículo) y aporta una estructura con la que trabajar en paquetes de políticas públicas variadas y diversas.
Mi trabajo hace años que se centra en la visión integral de la movilidad ciclista y me dedico a diseñar e implementar instrumentos de evaluación de estas políticas. Los resultados de este artículo vienen a reforzar los aprendizajes que yo he obtenido a lo largo de mi carrera. Construir solamente infraestructuras no es suficiente, hay que atender a la gobernanza, la educación, la información, los movimientos sociales, la normativa, la planificación.
La segunda herramienta está demostrada por el propio artículo: realizar evaluación de impacto (ex ante) de calidad. Y para ello, hay que invertir en mediciones cuantitativas y cualitativas de lo que está pasando en el medio ambiente, en la salud de las personas, en su bienestar social. No lo hacemos lo suficiente y estamos perdiendo información para decidir correctamente y justificar cómo y porqué invertir en cambio climático. Las inversiones en evaluación deben formar parte de cualquier proyecto de implementación de políticas públicas.
En España, hay dos maneras en las que podemos realizar más evaluación de calidad: una es la publicación de datos en abierto (open data) para que se puedan realizar estudios; y la segunda son colaboraciones con las universidades y centros de investigación que tienen el conocimiento para realizar evaluaciones de calidad. Sin evaluaciones de calidad, no podemos obtener la evidencia científica en la que basar las decisiones políticas. Este es el papel principal de la ciencia, aprovechémoslo para cuidar y sanar la vida en nuestro planeta.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Annika Stechemesser et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares