Después del primer año de vida, la contribución del padre a la microbiota de su bebé es comparable a la contribución de la madre, haya nacido por vía vaginal o por cesárea, según afirma un estudio publicado en Cell Host & Microbe. Además, los trasplantes de microbioma fecal de la madre a su bebé permiten restaurar el microbioma en caso de nacimiento por cesárea, dice el estudio, que cuenta con participación española e incluyó 74 bebés.
Toni Gabaldón - microbiota padre
Toni Gabaldón
Profesor de investigación ICREA y jefe del grupo de Genómica Comparada del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y del Barcelona Supercomputing Centre (BSC-CNS)
Encuentro que el estudio es de muy buena calidad y usa datos y herramientas apropiadas a las preguntas que se hacen. El tamaño muestral es todavía reducido, pero el acceso a datos longitudinales de las mismas personas permite reducir parte de la variabilidad. Aunque la colonización de la microbiota en recién nacidos, y el posible efecto de diferentes modalidades de parto o alimentación se han estudiado previamente, la mayor parte de estudios usan una aproximación de secuenciación del gen 16S que no permite trazar directamente el origen de las cepas colonizadoras. Aquí se usa una técnica de shotgun sequencing en progenitores y descendientes, lo que permite saber quién ha sido el donante de al menos una parte de las cepas colonizadoras. Este estudio mira variables muy poco exploradas anteriormente, como la aportación del padre o la eficacia del uso de trasplante fecal de la madre al recién nacido.
Los resultados arrojan resultados interesantes, como un papel relevante de los padres que es más tardío e inicialmente más modesto que el de las madres, pero que se iguala cuantitativamente cuando el niño o niña tiene un año de edad. Se observa que madre y padre aportan especies diferentes a la microbiota del infante y, por tanto, podrían ser complementarias. Quizás de manera esperada, el uso de antibióticos antes o durante el parto tiene un impacto claro en la microbiota infantil, pero consigue reducir la abundancia de patógenos. De forma similar, el trasplante fecal consigue reducir también la presencia de especies patógenas oportunistas. Sin embargo, en partos con cesárea no consigue restaurar una microbiota similar a la de un parto vaginal, sino una distinta, rica en especies y pobre en patógenos, pero distinta.
Dada la limitación del tamaño muestral, las observaciones deberían corroborarse en otros estudios, pero apuntan a posibles vías de restauración de una microbiota natural en partos no vaginales y llaman a la necesidad del estudio del efecto del uso de diferentes antibióticos durante el parto, que se usó en todos los partos con cesárea de este estudio, pero también en casi la mitad de los partos vaginales. El papel de los padres en el establecimiento de la microbiota de los bebés no es sorprendente, pero plantea preguntas sobre las implicaciones sobre la salud. Así mismo sería interesante estudiar casos con otras conformaciones familiares, como monoparentales u homoparentales.
Rosa del Campo - microbiota padre
Rosa del Campo
Investigadora en el Hospital Ramón y Cajal. Miembro del Grupo Especializado para el Estudio de la Microbiota Humana de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC-GEMBIOTA)
Tradicionalmente se ha atribuido a las madres el papel de inocular a los bebes, bien a través de la microbiota vaginal durante el parto, bien por el contacto de la piel al mamar, o por la leche que contiene bacterias del intestino de la madre. Es una muy buena aportación estudiar la influencia de la microbiota paterna. Si bien se conocía que los familiares también condicionan a la microbiota final del niño, es la primera vez que se pone de manifiesto la influencia del padre. Eso en cierta medida, iguala la responsabilidad de ambos padres de dotar de buenas bacterias al niño.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Léonard Dubois et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares