Las temperaturas de esta última semana de abril son totalmente excepcionales. Aunque sería más ‘normal’ verlas en julio y agosto, incluso ahí entrarían dentro del rango alto para la época. Es decir, serían las típicas previstas para un día de verano de mucho calor. Si las previsiones se cumplen, esperamos batir récords de temperaturas en numerosas capitales. Y no por décimas, sino de largo. Un calor intenso y extenso que también se va a trasladar tras la puesta de sol, con noches tropicales previstas en diferentes municipios. Hay que recalcar que este episodio está atribuido a una masa de aire excepcionalmente cálido para la época, y a no efectos locales y orográficos que a veces son capaces de disparar las temperaturas en determinadas áreas. De ahí su extensión e intensidad.  

Es importante hablar con claridad sobre este tipo de episodios. Esto es el cambio climático. Por supuesto que habrá que hacer un estudio de atribución posterior para ver cuán ligado está al calentamiento global, pero sin duda, sin un forzamiento antropogénico, hablaríamos de valores mucho más moderados.  

Esto que ahora es algo extraño, que es noticia, dejará de serlo desafortunadamente en unos años. Porque nos acostumbraremos, porque al haber pasado anteriormente, no se hablará de ello. 

Todo lo que está ocurriendo es consistente con las proyecciones de cambio climático, como también lo fue lo ocurrido el verano pasado y como también lo será la mayor frecuencia de estos eventos extremos en un futuro. 

Las elevadas temperaturas previstas para el jueves y viernes de esta semana en diversos puntos de la península no son, en absoluto, una situación habitual para esta época del año. Se trata de algo muy inusual y se pueden batir récords en diversas estaciones. Son especialmente llamativos los elevados valores que se podrían alcanzar en el valle del Guadalquivir. No obstante, todavía hay algo de incertidumbre en las temperaturas que se pueden alcanzar, por lo que habrá que esperar a ver qué ocurre para hacer una valoración. 

Por otra parte, las proyecciones regionales para España, realizadas por especialistas de AEMET, partiendo de modelos globales reconocidos internacionalmente, apuntan, para las próximas décadas, a un progresivo adelanto del verano y a una subida de temperaturas más marcada en esta estación, y con un mayor número de olas de calor. 

Existe la posibilidad de que estemos a las puertas de los primeros avisos de calor del año. Ante situaciones de aviso, también los debidos al calor, recomendamos a la población que esté informada de la situación meteorológica, que siga los consejos de Protección Civil y que actúe con prudencia y sentido común. Y no solo por los efectos del calor; también el riesgo de incendios es muy alto y hay que pedir a los ciudadanos que extremen la precaución. Por último, está muy alto el índice de radiación UV, que no tiene que ver con el calor, sino con cielos despejados. Sin embargo, el calor estimula a que la gente vaya con menos ropa y realice más actividades al aire libre, por lo que también pedimos prudencia ante una sobreexposición al sol.  

El anuncio por parte de AEMET de las temperaturas anormalmente altas para esta época del año que se esperan para los próximos días es consistente con los efectos del cambio climático repetidamente anunciados desde las instancias científicas fundamentalmente representadas por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, de sus siglas en inglés). Este grupo en su más reciente informe de síntesis del sexto ciclo evaluación insiste y reitera que la ocurrencia de más frecuentes e intensos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos –especialmente los relacionados con las temperaturas – es una de las consecuencias más fácilmente perceptibles del cambio climático causado por nuestras descontroladas emisiones de gases de efecto invernadero.  

Las proyecciones de cambio climático calculadas desde multitud de centros de investigación y recopiladas y difundidas en los informes del IPCC representan el guion de cómo va a evolucionar el clima y sus impactos para distintas sendas de emisiones de gases de efecto invernadero. A mayores emisiones, habrá mayor calentamiento del sistema climático y mayores efectos tales como la ocurrencia de más frecuentes e intensos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Estos récords de temperaturas que se espera se batan en los próximos días, y a falta de los necesarios estudios de atribución que se realicen a posteriori, no se apartan un ápice del guion escrito en forma de simulaciones numéricas y resumido y difundido por el IPCC. Más aún, el IPCC insiste en que aún estamos a tiempo de enderezar el clima con medidas sostenibles, decididas y mantenidas en el tiempo. Si no tomamos estas medidas, el clima seguirá cambiando y efectos como estas ocurrencias de fenómenos extremos serán cada vez más habituales y nos golpearán con mayor contundencia. 

Desde luego, además de atajar las causas del cambio climático reduciendo nuestras emisiones colectivas de gases de efecto invernadero, debemos adaptarnos a los efectos de este cambio climático que ya nos está afectando. Una de las formas más eficaces de adaptación es la toma de medidas frente a fenómenos extremos que son fácilmente predecibles en el horizonte de días y que puedan afectar a los sectores más vulnerables de la población y a ciertos sectores socioeconómicos. Los avisos que se difunden y las medidas que se ponen en marcha cada vez que aparece un episodio de calor extremo son un muy buen ejemplo de adaptación al cambio climático y sus efectos.