España sufre estos días una nueva ola de calor que, según los expertos, durará al menos hasta el lunes y no está claro cuándo terminará.
Ernesto Rodríguez - ola de calor
Ernesto Rodríguez Camino
Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española
La actual ola de calor que está afectando dramáticamente a España es un avance del clima que nos espera como consecuencia del imparable aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera debido principalmente al uso generalizado —y todavía creciente— de combustibles fósiles (carbón, derivados del petróleo y gas natural).
Las estimaciones para la evolución de las olas de calor realizadas con la ayuda de modelos climáticos nos muestran olas de calor cada vez más frecuentes, intensas y largas dependiendo el mayor o menor grado de aumento de estas tres características de la senda que sigan las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Actualmente la atribución de un evento extraordinario —como es la actual ola de calor— al actual cambio climático antropogénico solamente se puede hacer en términos de cambio de la probabilidad de su ocurrencia y tras realizar simulaciones numéricas y comparaciones con observaciones reales.
Seguramente, los estudios que se realicen cuando la ola de calor haya terminado y se analicen todos los datos nos indicarán que, con el actual clima perturbado, la probabilidad de ocurrencia de este evento ha aumentado respecto a la probabilidad de ocurrencia en un hipotético clima no perturbado por la acción humana. Y lo que es más grave: la probabilidad de eventos similares seguirá aumentando si no se controlan las causas del actual cambio climático, es decir, las emisiones crecientes de gases de efecto invernadero.
Marc Santandreu - ola de calor
Marc Santandreu
Físico y meteorólogo en RTVE
Se critica mucho por redes sociales que le estemos dando tanta importancia al calor de estos días porque ‘en verano siempre ha hecho calor’. Pero lo cierto es que no, o al menos no tan intenso.
Hay que recordar que una ola de calor es un fenómeno extremo en el que se superan temperaturas que son muy poco comunes y, por ello, este calor es poco común.
En concreto, esta ola de calor viene marcada por una masa de aire extremadamente cálida que está alcanzando temperaturas de más de 30 ºC a unos 1.500 metros de altura, donde las peculiaridades orográficas tienen poco que decir. Unos valores que la pueden convertir en la más intensa, junto a la que vivimos el agosto del año pasado. Este es un hecho al que, por cierto, nos vamos a tener que ir acostumbrando y adaptando. La razón, nos guste o no, se llama calentamiento global.
Ricardo Torrijo - ola de calor
Ricardo Torrijo
Meteorólogo facultativo del Centro Nacional de Predicción de AEMET
La ola de calor que comenzó el pasado sábado 9 de julio está asociada a una situación meteorológica bastante estable, con una dorsal que se extiende desde el norte de África, térmica, en niveles bajos y de presión en altura sobre la península, así como una depresión aislada en altura (DANA) centrada al oeste peninsular. Dicha situación, junto a la fuerte insolación solar y la persistencia, está dando lugar a que las altas temperaturas hayan ido subiendo progresivamente, tanto las máximas como las mínimas, hasta alcanzar su punto álgido ayer miércoles y hoy jueves.
El próximo desplazamiento de la DANA hacia el noreste podría empezar, a partir del comienzo de la semana que viene, a aliviar algo la situación en el extremo oeste y en el noroeste peninsular. Sin embargo, la dorsal térmica permanecerá hacia el este peninsular e incluso pude volver a instalarse de nuevo en gran parte de la península. Por todo ello no está claro cuándo esta situación puede terminar. De hecho, las últimas pasadas de los modelos numéricos (los modelos son complejos programas informáticos donde se simula el comportamiento de la atmósfera mediante infinidad de cálculos realizados por un superordenador), no acaban de apuntar cuándo puede finalizar la situación, ya que sucesivas pasadas la extienden cada vez más en el tiempo.
Una de las características de esta situación está siendo su gran persistencia y de seguir este ritmo se puede convertir en una de las más largas desde 1975 (año desde el que hay estudios sobre estos episodios). Otro punto de interés de esta ola de calor es la extensión, ya que es excepcional que afecte a tantas regiones. Por otro lado, también se trata de una ola de calor que ha dado récords de temperaturas máximas y mínimas muy altas, incluso en algunos observatorios de referencia con series largas. Sin embargo, desde el punto de vista de récords térmicos alcanzados, aun siendo una ola de muy altas temperaturas, no destaca tanto como por las dos características anteriores.
En cualquier caso, antes de hacer todas estas valoraciones habrá que esperar todavía a que termine la ola de calor en curso, cuyo fin es todavía incierto y cuyas consecuencias están siendo muy sentidas tanto por la población, ya que los efectos negativos para el confort y la salud de las temperaturas extremas es algo muy conocido, así como para el medio ambiente; como por el estrés que pueden producir en diversas especies vegetales y animales y por el aumento de riesgo de incendios que llevan asociadas las altas temperaturas y la sequedad.