Un estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment (de Nature Research) estima que se podría conseguir una reducción de 686 millones de toneladas de emisiones de carbono cada año si en el mundo se siguiera un patrón de uso de la bicicleta similar al de los Países Bajos (de 2,6 kilómetros diarios). Esa cifra supone alrededor del 20 % de las emisiones de carbono producidas por la flota mundial de turismos en 2015.
Esther Anaya-Boig - bicis Países Bajos
Esther Anaya-Boig
Consultora e investigadora independiente de movilidad ciclista, doctorada por el Centro de Políticas Ambientales del Imperial College de Londres y docente en varios programas de grado y máster
Hace años que tenemos pruebas científicas sólidas de los beneficios que tiene la movilidad ciclista para la salud, el medio ambiente y la sociedad. Sin embargo, esto no es suficiente para que se observe un aumento de esta movilidad, ya que hay otros argumentos (económicos y políticos) que debemos tener en cuenta. Utilizando los datos disponibles, este estudio nos ayuda a entender el potencial global que tendría la adopción de la movilidad ciclista a niveles similares a los que muestran a día de hoy ciertas ciudades y países en los que se han generado las condiciones adecuadas.
Ante un contexto de múltiples crisis y emergencias que ponen en peligro la vida en nuestro planeta, actuemos con el convencimiento de que es posible cambiar el escenario actual y pongamos todos los medios para conseguirlo, siempre persiguiendo un objetivo de equidad y justicia: hacer la movilidad ciclista accesible para todo el mundo. Entre los muchos datos que ofrece este artículo, es sorprendente que se estima que hay el doble de bicicletas que de coches en el mundo, y que entre los años 1962 y 2015 la cantidad de ciclos se multiplicó por seis, mientras que la de coches lo hizo por menos, por cinco. Aunque esto no se correlaciona con el uso de las bicicletas para el transporte, indica que una buena parte de la población dispone de acceso al vehículo ciclista y que podría usar para su transporte en cualquier momento, si se dieran el resto de condiciones que obstaculizan su uso inmediato.
Estas condiciones incluyen la infraestructura, como apunta este artículo, pero también deben darse otras que faciliten el acceso a la movilidad ciclista en condiciones de equidad, como son la educación, la comunicación, la normativa, la planificación, la gobernanza y el contexto cultural y social. Esta visión integral de la movilidad ciclista nos incita a seguir investigando cuáles son los elementos que nos falta coproducir en nuestras políticas ciclistas para poder ofrecer un acceso universal a la movilidad ciclista que nos lleve (pedaleando, si puede ser) a un futuro más justo y saludable para nuestras comunidades y nuestro planeta.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Wu Chen et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares