La pérdida de visión y tener el colesterol elevado –el conocido como colesterol ‘malo’– son factores de riesgo para desarrollar demencia, según un metaanálisis publicado por The Lancet. Eliminar estos factores de riesgo podría reducir un 2 % y un 7% los casos de demencia respectivamente, afirma el estudio. Ambos factores se suman a otros 12 mencionados previamente en un informe del 2020 como menor educación, inactividad física, pérdida de audición, consumo excesivo de alcohol, obesidad o poco contacto social, entre otros. Según la investigación, casi la mitad de los casos de demencia podrían evitarse o retrasarse si se controlaran estos factores de riesgo.
Inés Moreno - comisión Lancet demencia
Inés Moreno
Profesora titular de la Universidad de Málaga
Los hábitos de vida perjudiciales pueden aumentar significativamente las probabilidades de desarrollar alzhéimer. La inactividad física o sedentarismo, las alteraciones del sueño o su mala calidad, la desnutrición, una alimentación poco saludable, la obesidad y el consumo de tabaco y alcohol, entre otros, pueden incrementar la acumulación de proteínas tóxicas, reducir la reserva cognitiva, inducir diabetes y causar deterioro cognitivo, lo que incrementa el riesgo de alzhéimer. Aunque el envejecimiento y el sexo son factores de riesgo para la demencia no modificables, otros factores pueden reducirse o evitarse, representando hasta el 45 % de las probabilidades de desarrollar alzhéimer de inicio tardío o esporádico.
El nuevo estudio publicado en The Lancet revisa los factores de riesgo modificables de la enfermedad de Alzheimer en su forma esporádica, aportando un amplio estudio epidemiológico que respalda estos factores y su intervención. 12 de ellos ya se conocían, como pueden ser las contusiones cerebrales, la hipertensión, la diabetes, la pérdida de audición, la depresión, el aislamiento social e incluso la contaminación aérea. Además, se han incluido dos nuevos factores de riesgo no considerados hasta el momento: la pérdida de visión y los niveles altos de colesterol.
Se recomienda realizar cambios en los hábitos de vida lo antes posible para prevenir o incluso mejorar los síntomas clínicos del alzhéimer, ya que estas acciones también benefician la salud general. Es necesario tener en cuenta que la prevención y las intervenciones no solo deben realizarse por el propio individuo, sino que también [deben] ser apoyadas por políticas gubernamentales a nivel local e internacional, focalizadas en los grupos de alto riesgo.
Tara Spires-Jones - comisión Lancet demencia
Tara Spires-Jones
Presidenta de la Asociación Británica de Neurociencia, directora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo y jefa de Grupo del Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido en Edimburgo (Reino Unido)
Este estudio de Livingston y sus compañeros es un excelente análisis actualizado de las investigaciones realizadas en todo el mundo sobre los factores de riesgo de desarrollar demencia. Los datos del artículo añaden pruebas convincentes de la capacidad de prevenir la demencia abordando algunos de los 14 factores de riesgo identificados. Este tipo de investigación no puede vincular de forma concluyente ninguno de estos factores directamente con la demencia, pero contribuye a la creciente evidencia de que un estilo de vida saludable, que incluya mantener el cerebro ocupado a través de la educación, las actividades sociales, el ejercicio y las actividades cognitivamente estimulantes, y evitar cosas como los traumatismos craneoencefálicos y los factores perjudiciales para el corazón y los pulmones, puede aumentar la capacidad de recuperación del cerebro y prevenir la demencia.
En este informe se establecen nuevos vínculos entre la pérdida de visión y el colesterol alto y el riesgo de demencia, lo que concuerda en gran medida con las investigaciones anteriores, que indican que mantener el cerebro activo y evitar los factores de riesgo vascular derivados de un estilo de vida sedentario y una dieta inadecuada es bueno para reducir el riesgo de demencia. Este estudio es importante porque aporta ideas sobre cómo pueden ayudar a reducir el riesgo de demencia tanto las personas como los gobiernos. También ayuda a orientar investigaciones neurocientíficas más fundamentales sobre cómo influyen estos factores en la vulnerabilidad del cerebro a las enfermedades que causan la demencia.
Aunque este excelente estudio estima que hasta la mitad de los casos de demencia podrían prevenirse cambiando los factores de riesgo modificables, es importante que tengamos en cuenta que la otra mitad de las personas con demencia probablemente desarrollaron la enfermedad cerebral por razones inevitables relacionadas con factores que escapan a su control, como la genética.
Sara Rubio - comisión Lancet demencia
Sara Rubio
Neuróloga en la Unidad de Memoria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau
Un nuevo estudio sugiere que cerca de la mitad de los casos de demencia en el mundo podrían prevenirse. El nuevo informe de la Comisión de Demencia de la revista The Lancet actualiza la evidencia científica disponible sobre los factores de riesgo modificables de la demencia y añade dos nuevos factores a la lista de los doce ya conocidos. El informe señala que un 45 % de los casos de demencia en el mundo podrían prevenirse si se eliminasen estos factores de riesgo.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Metaanálisis
Gill Livingston et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Metaanálisis