Una revisión analiza el papel de los animales domésticos y semidomésticos, como los gatos, en el surgimiento de posibles zoonosis, debidas a su contacto cercano con seres humanos. El trabajo, publicado en la revista Science Translational Medicine, concluye que los riesgos sanitarios de los animales de compañía serán cada vez más problemáticos con el cambio climático y la rápida urbanización.
Gustavo del Real - zoonosis mascotas
Gustavo del Real
Investigador del Centro de Investigación sobre Patogénesis y Transmisión de la Gripe (CRIPT) de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí, Nueva York (EE. UU.) e investigador del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC)
La Organización Mundial de la Salud reconoce que hay más de 200 tipos conocidos de zoonosis, es decir, de enfermedades o infecciones que se transmiten de forma natural de los animales vertebrados a los humanos y, en muchas de ellas, nuestros animales de compañía son actores principales o secundarios.
Por supuesto, cualquier animal doméstico sometido a los pertinentes cuidados sanitarios rara vez puede ser vehículo de enfermedades para los humanos. Sin duda, las vacunas y otros medicamentos, junto con los cuidados y manejos responsables, previenen de ese riesgo. Sin embargo, no hay que perder de vista determinadas circunstancias en las que los animales domésticos, junto con la fauna silvestre, pueden ser transmisores de patógenos de distinta naturaleza.
En este contexto se enmarca este artículo de revisión de A. Gamble y colaboradores en Science Translational Medicine. En primer lugar, enfatizan la importancia del concepto “Una sola salud” (probablemente más conocido en inglés, One Health) para entender la compleja red de interacciones entre distintos factores físicos y biológicos que afectan a la dinámica de las zoonosis. La globalización, el cambio climático, la creciente urbanización de ecosistemas naturales, la explotación superintensiva de ganado, la resistencia a los antibióticos, la posesión irresponsable de animales de compañía, etc., impactan rápida e imprevisiblemente sobre el ciclo biológico de los patógenos, su comportamiento, distribución geográfica, patogenicidad, etc. Los autores ilustran con detalle esta problemática con numerosos ejemplos de enfermedades zoonóticas y ponen el foco en el papel de los animales de compañía y en la fauna peridoméstica (animales silvestres que muestran una mayor interacción con las poblaciones humanas y con sus animales domésticos por su cercanía a núcleos urbanos). Cabe destacar la repetida alusión al gato como ejemplo de especie animal que puede adoptar diversas facetas en función de su estilo de vida (con o sin dueño, vida en el interior o exterior de los hogares, asilvestrados, etc.) y cómo afecta a su papel como hospedador y transmisor de diversos patógenos.
En definitiva, esta revisión amplía la visión que tenemos de los animales domésticos y silvestres con respecto a las numerosas enfermedades infecciosas que nos acechan y que nos seguirán sorprendiendo en el futuro.
- Artículo de investigación
- Revisión
- Revisado por pares
- Animales
Gamble et al.
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