Reacciones: dos tercios de los esfuerzos de conservación ayudan a combatir la pérdida de biodiversidad

Dos tercios de las acciones de conservación biológica mejoran la biodiversidad o ralentizan su declive, según afirma un metaanálisis, que subraya la efectividad de las intervenciones enfocadas en el control de especies invasoras, la reducción de pérdidas y restauración de hábitats, y las áreas protegidas. El artículo, que se publica en la revista Science, reúne las conclusiones de 186 estudios anteriores.  

25/04/2024 - 20:00 CEST
 
Reacciones

Jorge Lobo - conservación

Jorge M. Lobo

Investigador en el departamento de Biogeografía y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)

Science Media Centre España

Este estudio se basa en una revisión de aquellas publicaciones que han examinado el impacto de alguna acción de conservación a la hora de paliar o neutralizar la pérdida de biodiversidad debida a nuestro impacto sobre los sistemas naturales. La conclusión pone de manifiesto lo que puede parecer una obviedad: que los esfuerzos realizados en conservación son útiles para aminorar e incluso paralizar los desvelos por aniquilar, deliberada o involuntariamente, las poblaciones de muchas especies. Los autores encuentran que, en dos de cada tres casos, las acciones de conservación son exitosas y paralizan o disminuyen los efectos del agente que causó una pérdida de biodiversidad.  

El estudio ofrece, sin duda, un mensaje necesario. Si enfocamos nuestros esfuerzos correctamente, la humanidad posee los conocimientos y los recursos tecnológicos necesarios para revertir los efectos de nuestras acciones sobre la diversidad biológica. Se trata de un resultado alentador que, desgraciadamente, no disminuye la masiva cantidad de datos alarmantes sobre la situación general de la biodiversidad. Si unos 130 estudios demuestran que es posible restituir la biodiversidad tras un efecto perjudicial, son muchas las evidencias que demuestran que las acciones humanas están propiciando un declive sin precedentes e irreversible en la biodiversidad del planeta. ¿Podemos de veras revertir esta situación? Veamos algunos datos. 

En diciembre de 2022, auspiciados por la Organización de las Naciones Unidas, casi 200 países aprobaron un nuevo plan para tratar de revertir antes de 2030 el declive y la extinción de las poblaciones de los seres vivos que habitan, junto a nosotros, el único plantea del que disponemos. Este plan se propuso tras el fracaso de otro anterior celebrado en 2010 en el que, optimistamente, se proponía otra ristra de metas para disminuir la pérdida de biodiversidad en 2020. Si los autores de este estudio demuestran que la tarea es posible, los datos son tozudos. Obras son amores. Tal y como reconocen los autores, la inversión anual realizada en el mundo para la conservación de la biodiversidad (121 mil millones de dólares) sería casi 20 veces menor que el gasto mundial anual militar, y unas 14.000 veces menor que el gasto mundial en apoyar los combustibles fósiles generadores del cambio climático. 

Sobre las limitaciones del estudio: 

  • Como los propios autores reconocen en el material suplementario, los datos están sesgados a los ambientes terrestres y las regiones del mundo con menor biodiversidad y mayores recursos de conservación: Europa y Norteamérica. Faltan datos de las áreas tropicales, en las que los efectos antrópicos perjudiciales son mayores. 
  • El estudio ejemplifica la escasez de estudios que, con una metodología estandarizada, compilan información fiable antes y después de una acción de conservación concreta. Carecemos de observatorios de biodiversidad que, como las estaciones climatológicas, nos provean de datos comparativamente fiables. 
  • Los casos positivos detectados no implican que se revierta la situación de pérdida de biodiversidad, sino que basta que la acción de conservación ralentice la tasa de declive para que se considere como positiva. 
Declara no tener conflicto de interés
ES

Francisca Ruano - conservación

Francisca Ruano Díaz

Catedrática de Zoología del departamento de Zoología y coordinadora del grupo de investigación Ecología Aplicada y Agroecosistemas de la Universidad de Granada

Science Media Centre España

El artículo destaca la eficacia de las acciones de conservación y ofrece una perspectiva alentadora para aquellos involucrados en la protección de la biodiversidad. Da respaldo a la inmensa mayoría de las acciones que se han llevado a cabo en el ámbito de la conservación, eliminando el derrotismo que a veces nos invade cuando constatamos que se siguen extinguiendo especies y que las acciones que se llevan a cabo parecen no ser suficientes para eliminar el declive de la biodiversidad que se está produciendo. Sin embargo, en este trabajo se concluye que la inmensa mayoría está obteniendo resultados muy positivos. De forma contrapuesta, solo un 11,6 % de las inacciones en conservación producen efectos positivos en la biodiversidad. 

En el aspecto metodológico, el trabajo se basa en un gran número de artículos iniciales, finalmente 186 incluidos en el estudio, lo que permite presentar resultados en una escala espacial amplia (desde lo local a lo continental) y por primera vez, también temporal (más de un siglo). El gran número de artículos manejados permite además profundizar en el éxito diferencial de distintas intervenciones conservacionistas. Esta vertiente del estudio me parece especialmente relevante de este artículo, porque facilita diferente respaldo a cada una de ellas, analizando incluso cómo mejorar su repercusión, especialmente en el caso de la creación de espacios protegidos. 

Todas las intervenciones habituales en conservación tienen efectos netos fundamentalmente positivos, pero son la erradicación y control de especies invasoras o problemáticas nativas (especialmente en islas) y el manejo sostenible y restauración son los que tienen una mayor repercusión positiva. Este resultado vuelve a incidir en la necesidad de mejorar la gestión de los ecosistemas terrestres explotados por el ser humano. Este tipo de intervención tiene beneficios acumulados, como conseguir los bienes de aprovisionamiento con un menor gasto de insumos, más saludables para el ser humano y el planeta. Además, sus beneficios sobre la abundancia de las especies nativas y la cobertura vegetal de los hábitats resultan indiscutibles, según concluyen los autores. 

Sin embargo, la creación de espacios protegidos, también con beneficios netos positivos claros, está condicionada a la obtención de financiación adecuada en el tiempo y aceptación social, lo que la hace una intervención necesaria pero dependiente de más condicionantes externos. 

El estudio también presenta algunos déficits de los que son conscientes, como la falta de estudios en el sur global o sobre los efectos concretos del control de la polución o las adaptaciones al cambio climático. Abre también nuevos retos para la comunidad científica que será necesario ir incluyendo en nuestras agendas.  

En resumen, me parece un artículo oportuno, relevante y muy útil desde todo punto de vista (investigación, gestión, docencia). 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Inmaculada Álvarez - conservación

Inmaculada Álvarez-Manzaneda Salcedo

Investigadora posdoctoral del departamento de Ecología de la Universidad de Granada 

Science Media Centre España

El declive de la biodiversidad global es un problema actual que tiene serias consecuencias negativas sobre la población. Con el fin de encarar dicha situación, más de 121 billones de dólares son dedicados anualmente a la conservación de la biodiversidad mundial. Sin embargo, ninguno de los 20 objetivos establecidos por el Plan Estratégico para la Biodiversidad de la Convención de la Diversidad Biológica fue alcanzado. Si bien esto podría dar a entender que las medidas que se llevan a cabo en materia de conservación de biodiversidad no sirven de nada, es fundamental un análisis más exhaustivo de éstas y sus efectos sobre la biodiversidad. 

Este exhaustivo metaanálisis de Penny Langhammer y colaboradores para la revista Science analiza el impacto que tiene las acciones en materia de conservación analizando un total de 186 estudios. El estudio, a diferencia de otros previos, tiene en cuenta el tipo de medida de conservación llevada a cabo, sus niveles y los distintos efectos sobre la biodiversidad a lo largo del tiempo. La metodología con la cual llevan a cabo su investigación se describe de manera pormenorizada, basándose en artículos científicos de gran calidad y analizándolos minuciosamente. Los autores ponen de manifiesto la importancia de comparar los resultados de estas medidas de conservación con respecto a un escenario en el que ninguna medida hubiera sido llevada a cabo. 

Como conclusión observan que en dos tercios de los casos se obtuvieron efectos positivos, bien mejorando el estado de la biodiversidad o al menos ralentizando su disminución. De estas acciones, es necesario señalar que aquellas enfocadas en la erradicación o control de las especies invasivas exóticas tuvieron una alta tasa de éxito. 

Asimismo, este estudio pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo medidas de conservación en numerosas áreas en las que no existen en la actualidad. Sería importante realizar comparaciones del estado actual de determinados ecosistemas o especies situadas en dichas áreas con respecto al estado de ecosistemas o especies similares que han sido objeto de medidas de conservación en otros puntos del planeta. Es fundamental informar tanto a la población como a los organismos de gestión, para que sean conscientes que las medidas de conservación funcionan y son fundamentales para la sociedad. Los beneficios de estas acciones son infinitamente mayores que sus costes, y será algo que sin duda agradecerán las generaciones futuras.

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
The positive impact of conservation action
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Metaanálisis
Revista
Science
Fecha de publicación
Autores

Penny F. Langhammer et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Metaanálisis
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