Según recoge una información publicada ayer en el New York Times, la mayor parte de los miembros de la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario habría rechazado la propuesta de declarar el inicio del Antropoceno, mostrándose así en contra de que se trate de una nueva época geológica. Otras fuentes advirtieron en El País que el resultado de la votación no estaba confirmado formalmente. Si se tumbara esta propuesta, se podría volver a empezar el proceso más adelante desde cero.
Juan Carlos Gutiérrez - Antropoceno NYT
Juan Carlos Gutiérrez Marco
Geólogo y paleontólogo del CSIC en el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM)
El Antropoceno fue propuesto en la década de 1980 como una nueva época geológica caracterizada por la influencia probada de la humanidad sobre el medio ambiente, pero llevado a la extrema suposición de que los humanos ya hubiéramos ‘sacado al planeta’ de su variabilidad natural, lo cual restaba por ser contrastado por evidencias científicas indiscutibles archivadas en los sedimentos. Este pretender convertir al Antropoceno en la ‘expresión geológica del cambio global’ está muy bien desde el punto de vista ideológico, pero para llegar a formar parte del cuerpo de estudio de las geociencias, era necesario poder superar antes los filtros científicos rigurosos que se establecen para cualquier unidad candidata a incorporarse a la Tabla Geológica Internacional, algo así como una ‘tabla periódica de los elementos’ que, en este caso, afecta a unidades formales del registro y tiempo geológico.
Como en el caso de los elementos químicos que se citan como ejemplo, cada nueva propuesta atraviesa por una serie de protocolos sujetos a estrictos controles científicos en tres comisiones de expertos sucesivas. En el caso del Antropoceno, se formó un grupo específico de trabajo multidisciplinar que, tras 14 años de estudios, en julio de 2023 se decantó por elevar una propuesta concreta a la Subcomisión Internacional de Estratigrafía del Cuaternario, donde radicaba el primer peldaño para su eventual aprobación. Pero justo es esa subcomisión, presidida por el conocido antropocenista Jan Zalasiewicz, la que ha desestimado en primera instancia la propuesta, y por una amplia mayoría: 12 votos en contra, cuatro a favor y dos abstenciones, según las informaciones aparecidas en medios de prensa norteamericanos; desconociéndose el sentido de voto de los restantes tres miembros de dicha subcomisión (votos nulos o no emitidos, si descontamos las categorías anteriores).
Por mi experiencia de ocho años como vicepresidente de una de estas subcomisiones, en las que aprobamos cinco nuevos pisos del sistema Ordovícico, de los datos conocidos se infiere la pulcritud del proceso, en el que hubo una convocatoria clara y se siguieron los plazos establecidos, pues de lo contrario no había habido votación.
Desde el punto de vista geológico vivimos en el Megalayense, que es el Piso/Edad más moderno dentro de la Serie/Época Holoceno, perteneciente al Sistema/Periodo Cuaternario, dentro del Eratema/Era Cenozoico, del Eonotema/Eón Fanerozoico. En mi modesta opinión, también vivimos en el Antropoceno, entendido este como el metaconcepto que se viene utilizando ampliamente en humanidades y ciencias sociales, a cargo de artistas, ambientalistas, políticos, historiadores, geógrafos, filósofos, novelistas…, y también en nuestro colectivo de geólogos, ya que muchos geocientíficos defendemos que el Antropoceno debe de ser considerado como un ‘evento geológico’ de amplio rango, que comenzó con la aparición del hombre sobre la Tierra, y que se manifiesta como una afección diacrónica al medio físico en distintos continentes, ecosistemas y culturas.
Blanca Martínez - Antropoceno NYT
Blanca Martínez
Investigadora del departamento de Geología
Aunque todavía hay que esperar a la confirmación oficial, se ha filtrado que la Subcomisión de Estratigrafía del Cuaternario, perteneciente a la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS por sus siglas en inglés), ha emitido un voto negativo a la inclusión del Antropoceno como una subdivisión de la tabla cronoestratigráfica internacional. Esto implica que ese término, Antropoceno, no formará parte de la tabla de los tiempos geológicos ya que no cumple con los requisitos de la IUGS para representar un límite cronológico formal.
Sin embargo, no significa que la comunidad geológica niegue la influencia humana en el medio natural, ampliamente demostrada por múltiples evidencias científicas. Son cuestiones diferentes. El Antropoceno, como concepto, se definió para llamar la atención del ser humano sobre el efecto de sus acciones en el equilibrio natural de nuestro planeta y, como tal, no ha perdido su validez. Posiblemente, este término pase a convertirse en un evento geológico como los otros cientos de eventos acontecidos a lo largo de la historia de nuestro planeta, ampliamente estudiados, conocidos y empleados por la comunidad científica (por ejemplo, los Eventos Anóxicos Oceánicos del Cretácico o los Eventos Heinrich del Cuaternario), pero cuyo nombre no se incluye en la tabla de los tiempos geológicos porque no tienen suficiente entidad para definir ninguna subdivisión temporal.
La humanidad no ha dejado de saber en qué tiempo geológico vive: el Holoceno Superior. Y esto, de momento, no parece que vaya a cambiar en los próximos años, ya que, probablemente, el Grupo de Trabajo del Antropoceno acabe disolviéndose tras esta decisión.