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Reacciones: una de cada ocho muertes en 2019 estuvo relacionada con infecciones bacterianas

Las infecciones bacterianas supusieron la segunda causa de muerte en 2019. Así lo revela una investigación publicada en The Lancet, que estima que uno de cada ocho fallecimientos ese año estuvo asociado con patógenos bacterianos. Cinco de ellos –S. aureus, E. coli, S. pneumoniae, K. pneumoniae y P. aeruginosa– representaron más de la mitad de todas las muertes relacionadas con bacterias. 

22/11/2022 - 00:30 CET
Reacciones

Lucía Gallego - muertes bacterias

Lucía Gallego Andrés

Profesora Titular de Microbiología Médica e investigadora de facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco UPV/EHU

Science Media Centre España

Las infecciones bacterianas son una de las primeras causas de muerte en todo el mundo, en muchos casos, debidas al aumento de resistencias a los antibióticos que provocan que cada vez tengamos menos opciones terapéuticas y que el número de muertes y complicaciones aumente cada año. Por eso suponen una amenaza a la salud global que requiere investigaciones profundas que nos proporcionen herramientas eficaces para su control. El estudio de GBD 2019 Antimicrobial Resistance Collaborators proporciona una gran cantidad de datos que nos permiten tener una perspectiva general del problema, aunque la obtención de los datos es bastante desigual tanto por países cómo por las fuentes utilizadas. En este estudio se describe que las especies S. aureus, E. coli, S. pneumoniae, K. pneumoniae y A. baumannii son la causa más frecuente de muerte por infecciones en el mundo, lo cual no es nada nuevo ya que están incluidas desde hace años en las listas prioritarias que la OMS –así como las infecciones más preocupantes que producen como infecciones del tracto respiratorio inferior, sepsis e infecciones intraabdominales–. 

Sin embargo, el manejo de esa gran cantidad de datos hace que no se profundice en detalle en aspectos importantes como factores de riesgo o que no se tenga en cuenta el efecto de la infección por cepas resistentes a los antibióticos en las muertes de pacientes, lo que desemboca en conclusiones generales que pueden no ser aplicables en todos los casos. Además, parece ser que no encuentran ningún efecto del factor sexo sobre las infecciones estudiadas, lo que resulta contradictorio ya que hay evidencias de un aumento de mortalidad en algunos procesos (como sepsis por S. aureus), lo que puede ser un ejemplo de los sesgos en la inclusión de mujeres en estudios clínicos y uso de bases de datos no diferenciadas. De hecho, en el mismo artículo ya se pone en evidencia estas limitaciones en el análisis: sesgos en la recogida de datos, posibilidad de sobreestimación de algunos patógenos, alto porcentaje de muertes consideradas por sepsis en pacientes con enfermedades graves no infecciosas que pueden haber sido la causa de muerte incluso sin que la infección estuviera presente, etc.  

En conclusión, para obtener resultados concluyentes habría que partir de una muestra seleccionada muy cuidadosamente y que sea comparable en todas las fuentes utilizadas. No se deberían generalizar las situaciones de países con diferencias económicas, culturales y sociales que influyen en la prevalencia y evolución de las infecciones y en cómo se abordan los procesos de salud. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

Antonio Juárez - muertes bacterias

Antonio Juárez

Catedrático de Microbiología de la Universidad de Barcelona

Science Media Centre España

El estudio publicado este mes de noviembre en la revista Lancet tiene su antecedente en uno previo publicado en el mes de enero del presente año, en el que se incidía en la importancia de las infecciones causadas por las bacterias multirresistentes a antibióticos en la tasa de mortalidad en todo el mundo durante el año 2019, encontrándose que aproximadamente 5 millones de muertes pudieron atribuirse a infecciones por bacterias multirresistentes a antibióticos. 

En el presente estudio, los autores no consideran la resistencia a antibióticos en sí misma, sino el total de muertes asociadas a infecciones durante 2019, relacionándolas con 33 patógenos diferentes. El estudio refiere que, de 13,7 millones de muertes relacionadas con infecciones, 7,7 millones fueron atribuibles a los 33 patógenos estudiados (con independencia de si eran resistentes o susceptibles a los antibióticos) y, lo que es más destacable, aproximadamente el 50% de estas fueron causadas por solo cinco patógenos: Staphylococcus aureus (1,1 millones de muertes), Escherichia coli (950.000), Streptococcus pneumoniae (829.000), Klebsiella pneumoniae (790.000) y Pseudomonas aeruginosa (559.000). 

Al margen de las limitaciones que el tratamiento estadístico de los datos pueda introducir, el presente estudio permite reflexionar sobre algunas cuestiones actuales acerca de la consideración que presta nuestra sociedad a las infecciones y de los recursos que se dedican a combatir algunas de ellas. Por ejemplo, solo los dos primeros patógenos (S. aureus y E. coli) causaron muchas más muertes que el sida en 2019 (864.000), pero los recursos económicos destinados a luchar contra esta última enfermedad fueron casi 50 veces superiores que los destinados a controlar las infecciones por E. coli. Los datos presentados en este estudio pueden ayudar a redefinir prioridades por lo que se refiere a la lucha contra las infecciones. El uso adecuado de antibióticos, la disponibilidad de antibióticos efectivos en muchos países y estrategias de desarrollo de vacunas eficaces pueden ayudar a reducir la mortalidad causada por las infecciones producidas por estos cinco patógenos (y también por el resto). 

Tanto el primer estudio publicado en Lancet en enero del presente año como este segundo publicado en noviembre deberían de servir para sensibilizar a las agencias nacionales e internacionales que financian la investigación a fin de que establezcan de forma urgente programas prioritarios que financien proyectos de investigación que puedan generar instrumentos y estrategias para combatir eficientemente las infecciones (tanto las causadas por bacterias sensibles como resistentes a antibióticos), con especial énfasis en los patógenos referidos en este segundo estudio. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

José Miguel Cisneros - muertes bacterias

José Miguel Cisneros Herreros

Investigador de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Parasitología, y del Grupo de Resistencias Bacterianas y Antimicrobianos

Science Media Centre España

Este artículo es de interés pues mide por primera vez el impacto de las infecciones bacterianas a nivel mundial. Los resultados son muy impresionantes, ya que el número de muertes relacionadas con estas infecciones en el año del estudio, 2019, fue superior al número de fallecidos por covid-19 después de tres años (7,7 millones vs. 6,6 millones) y la segunda causa de muerte ese año. 

La metodología está sujeta a error y este puede ser mayor por dos razones: 

  • La fuente para los países europeos es el programa TESSY, que no facilita datos individuales de pacientes y que no representa, en el caso de España, a todos los centros, por lo que son estimaciones del número de infecciones y sobre ellas estimaciones del número de muertes calculado por un coeficiente de riesgo.  
  • Este riesgo de error en los datos es apreciable al ver que el principal síndrome causante de muerte en las infecciones por S. aureus es la infección de vía respiratoria, lo que en la clínica no es así. 
No declara conflicto de interés
ES
Publicaciones
Global mortality associated with 33 bacterial pathogens in 2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
  • Modelización
Revista
The Lancet
Autores

GBD 2019 Antimicrobial Resistance Collaborators.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
  • Modelización
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