Un análisis de la microbiota intestinal de niños y niñas que crecen en granjas o con animales domésticos muestra que el establecimiento temprano de bacterias comensales anaerobias está relacionado con tener tasas más bajas de alergia en el futuro. El estudio, que utilizó datos de 65 menores de entre tres días y 18 meses de edad, se publica en la revista PLOS ONE.
Rial - alergia mascotas
José Gómez Rial
Jefe de Servicio de Inmunología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
El artículo ofrece una perspectiva interesante sobre cómo el entorno en el que crecemos, como vivir en granjas o tener mascotas, puede influir en nuestra microbiota intestinal y, a través de ella, en nuestro sistema inmunitario. Los autores destacan que los niños expuestos a estos ambientes desarrollan una microbiota intestinal más rica en bacterias beneficiosas desde los primeros días de vida. Esto parece estar relacionado con un menor riesgo de alergias más adelante en la infancia, algo que respalda la idea de que el contacto temprano con ciertos microbios ayuda a ‘entrenar’ al sistema inmunitario para tolerar mejor los estímulos externos.
Estos hallazgos conectan de manera interesante con la conocida ‘hipótesis de la higiene’, que sugiere que la reducción del contacto con microorganismos en la infancia, debido a estilos de vida más urbanos y esterilizados, podría estar detrás del aumento de enfermedades alérgicas en las sociedades modernas. El trabajo respalda esta hipótesis al mostrar que los niños que crecen en granjas o en hogares con mascotas tienen una microbiota intestinal más diversa y equilibrada desde los primeros días de vida. Esa diversidad parece estar asociada con un entrenamiento temprano del sistema inmunitario para desarrollar tolerancia frente a alérgenos comunes, como el polvo, los ácaros o ciertos alimentos.
Aunque el estudio tiene un diseño interesante, el número de niños estudiados es relativamente pequeño, lo que hace que los resultados sean prometedores, pero no definitivos. Además, aunque identifica asociaciones claras entre la microbiota y la protección frente a alergias, aún queda camino por recorrer para entender completamente cómo se producen estos efectos y si pudieran aplicarse en intervenciones futuras, como probióticos personalizados o recomendaciones de estilo de vida.
Sara Benedé - alergias
Sara Benedé Pérez
Profesora de Inmunoalergia de la Universidad Complutense de Madrid
Algunos estudios muestran un perfil alterado de la microbiota intestinal en individuos con alergia, por lo que la modulación de este perfil es a día de hoy una estrategia de prevención y tratamiento en fase de estudio. Para ello, es fundamental conocer exactamente cuáles son los microorganismos que ejercen un efector protector o dañino frente al desarrollo de la alergia.
Este estudio me parece muy interesante porque no sólo identifica una serie de microorganismos que influyen positiva o negativamente en el desarrollo de la alergia, sino que va un paso más allá y también resalta la importancia del momento de nuestra vida en el que esos microorganismos se instauren en nuestro intestino.
Según este trabajo, la exposición a determinados microorganismos durante los primeros meses de vida podría ser clave para protegernos frente a la alergia, lo cual abre la puerta al desarrollo de tratamientos preventivos, por ejemplo, en el caso de niños con antecedentes familiares de alergia y que por tanto podrían ser más susceptibles al desarrollo de esta enfermedad.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
Ljunget al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos