Un equipo internacional de científicos, liderados desde la Universidad de Stanford (Estados Unidos), ha diseñado un estudio para analizar la relación entre las infecciones por virus herpes zóster y el desarrollo de demencias. Para ello aprovecharon la introducción de la vacuna Zostavax contra este virus el año 2013 en Gales (Reino Unido), que los mayores de 80 años no podían recibir. Tras revisar los datos de personas de alrededor de esta edad en los siete años siguientes, concluyen que la vacuna redujo en un 20 % el riesgo relativo de demencia. Según los autores, su estudio, que está en forma de prepublicación y no ha sido revisado por otros expertos, “permite concluir que la vacunación contra el herpes zóster es muy probablemente una forma eficaz para prevenir o retrasar la aparición de la demencia”.
Raquel Sánchez - preprint demencia
Raquel Sánchez-Valle
Jefa de Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona y secretaria del Grupo de estudio de conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología
Se trata de una prepublicación sin revisar. Espero que en el proceso de revisión se corrijan aspectos como que:
- Las demencias tienen diferentes etiologías: hablar de que un virus causa cualquiera de ellas ya indica que no se trata de algo causal.
- Siete años es un periodo ridículo para datar la causa de la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, que se inicia aproximadamente 20 años antes.
- Comparan el riesgo durante siete años de sujetos de alrededor de 80 años de edad en el momento de la vacunación, de los cuales no todos los elegibles se vacunan, sino solo un 40 %. En esas edades, un 40 % probablemente sea un número sesgado. Dicen que no comparan los que se vacunaron y los que no: pues deberían, para evaluar si hay un sesgo.
Sinceramente, no creo que esta prepublicación merezca mucha atención. Veremos si se publica y cómo aparece el contenido en su versión final. Yo, por lo leído, no me lo creo.
Alberto Ascherio - preprint demencia
Alberto Ascherio
Profesor de Epidemiología en la Universidad de Harvard (Estados Unidos)
Se trata de un estudio de buena calidad. Aporta pruebas más sólidas de que Zostavax, una vacuna contra el herpes zóster, reduce el riesgo de demencia. Sin embargo, no demuestra que el efecto de la vacuna esté mediado por su efecto sobre el virus del herpes zóster.
Además, Zostavax está siendo sustituida por una vacuna más nueva (Shingrix). Shingrix es más potente que Zostavax contra el herpes zóster, por lo que podemos esperar que sea al menos tan eficaz como Zostavax para prevenir la demencia, pero en realidad no lo sabemos, porque a ninguno de los participantes en el estudio se le administró Shingrix.
El estudio es riguroso, y creo que sus principales resultados son válidos, pero el azar sigue siendo una posible explicación. El valor p, que es una medida de la frecuencia con la que resultados tan fuertes como los comunicados podrían producirse por mera casualidad, está en un rango tradicionalmente descrito como significativo, pero no lo suficientemente bajo como para excluir con seguridad la casualidad como posible explicación.
Funk - Herpes
Kristen Funk
Investigadora en la neuroinflamación de enfermedades neuroinfecciosas y neurodegenerativas en la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos)
Es un estudio interesante que utilizó un enfoque único para estudiar el efecto de la vacuna contra el herpes zóster en la prevención de un nuevo diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Aprovecharon la fecha de nacimiento específica de elegibilidad de la vacuna contra el herpes zóster para la población anciana de Gales y utilizaron un análisis de regresión discontinua para comparar la prevalencia de demencia en individuos mayores frente a los más jóvenes que ese corte específico. Esto es distinto de muchos otros estudios que comparan individuos que eran elegibles para la vacuna y recibieron o no recibieron la vacuna, cuya interpretación puede complicarse por otros factores que pueden afectar a la demografía de la población que recibe la vacuna frente a la que no la recibe.
Este estudio tiene algunas limitaciones importantes: en primer lugar, el diagnóstico de demencia de alzhéimer frente a otras demencias no estaba bien definido, por lo que será necesario analizar más a fondo si este efecto es específico de la enfermedad de Alzheimer. Quizás una limitación más importante es que el estudio se centró realmente en individuos que tenían entre 79 y 80 años, que es un grupo demográfico relativamente mayor para los estudios sobre la enfermedad de Alzheimer, especialmente para prevenir nuevos diagnósticos.