Un ensayo clínico en fase 1 ha probado unas vacunas personalizadas de ARNm contra el tipo de cáncer de páncreas más frecuente y de particular mal pronóstico. El tratamiento, que se prepara según las características del tumor de cada paciente, se administró a 16 personas junto con cirugía, quimioterapia y otro tipo de inmunoterapia. La mitad de ellas mostró una respuesta inmunitaria a la vacuna, lo que se asoció con un mejor pronóstico. Los resultados se publican en la revista Nature.
Melero - Páncreas
Ignacio Melero
Catedrático de Inmunología de la Universidad de Navarra, investigador del CIMA y codirector del departamento de Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra
Es un ensayo clínico cuya logística es, en sí misma, una hazaña. No solo porque se haya llevado enteramente a término durante la pandemia y mientras BioNtech centraba sus esfuerzos en su vacuna contra el SARS-CoV-2, sino porque supone un prodigio de la tecnología que BioNtech y Roche son capaces de llevar a cabo, identificando los antígenos y produciendo una vacuna de ARNm en solo seis semanas. Incluye un número limitado de pacientes, pero la evidencia de que las vacunas ARNm de neoantígenos funcionan es muy sólida en este ensayo tras la cirugía.
Este ensayo ha dado lugar a otro en fase 2, ya en marcha y en el que participan varios centros españoles, entre ellos el nuestro.
Coincide con la presentación en el congreso AACR de datos de un ensayo de vacunas personalizadas de Moderna en combinación con anti-PD1 para melanomas avanzados con resultados positivos.
Las vacunas ARNm personalizadas combinadas con inmunomodulación son claras candidatas a dominar los tratamientos en oncología, sobre todo aplicadas alrededor de la cirugía con intención curativa.
Manel Juan - cáncer páncreas
Manel Juan
Jefe de Servicio de Inmunología
El estudio está muy bien diseñado y su calidad científica es indudable. Demuestra algo que ya ha sido sugerido antes muchas veces (con datos menos sólidos), como es que la vacunación personalizada con ARNm de antígenos tumorales es eficaz en inducir una respuesta y que puede, como mínimo, incrementar los periodos de supervivencia. En este trabajo se confirma que puede generar respuestas con efectos adversos claramente muy reducidos contra uno de los tumores con mayor mortalidad, el adenocarcinoma ductal de páncreas.
El trabajo encaja perfectamente con el cada vez mayor número de trabajos que muestran evidencia de estos tratamientos. La principal aportación es que lo consigue en un tumor considerado en general poco reactivo a la inmunoterapia y reconfirma a todos los que consideramos que la inmunoterapia es una propuesta general más dependiente del estado inmunitario de la persona que no del tipo de tumor en concreto.
La limitación más importante es que el tamaño muestral (de pacientes tratados) es claramente muy reducido y con un diseño de una sola rama sin aleatorizar. En todo caso, una vez confirmada la seguridad de la propuesta, parece que el siguiente paso a estudiar es ver si simplemente adelantar esta "vacunación" antes de dar el inhibidor del punto de control [el otro tipo de inmunoterapia utilizado] puede ser más razonable y puede permitir mejores resultados clínicos que vacunar después de administrar el anticuerpo como ha sido el caso (seguramente como criterio ético de dar primero el tratamiento que ha demostrado cierta funcionalidad, aunque fisiopatogénicamente tenga menos sentido). En todo caso es una importante aportación para el área, aunque no la podamos dar como disruptiva ni definitiva.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- No aleatorizado
- Ensayo clínico
- Humanos
Rojas et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- No aleatorizado
- Ensayo clínico
- Humanos