Un estudio afirma que comer ultraprocesados puede acelerar los síntomas tempranos de párkinson

El consumo de comida ultraprocesada está asociado con más probabilidad de tener signos prodrómicos de la enfermedad de Parkinson —síntomas que preceden a la enfermedad—, según afirma un estudio publicado en Neurology. El análisis se basa en datos de más de 42.000 profesionales de la salud en Estados Unidos, con un seguimiento de hasta 26 años. 

07/05/2025 - 22:00 CEST
Reacciones

250507 UPF Parkinson Maira ES

Maira Bes-Rastrollo

Co-coordinadora del grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, y miembro de CIBERobn

Science Media Centre España

Este nuevo trabajo, siguiendo una metodología científica muy sólida, nos aporta nueva evidencia para pensar que aquello con los que nos alimentamos hoy tendrá consecuencias para nuestra salud mental mañana. 

Se trata de un estudio con seguimiento realizado en dos grandes estudios de cohortes de la Universidad de Harvard, la cohorte de las enfermeras americanas y la cohorte de los profesionales sanitarios con más de 42.000 participantes. Los investigadores pudieron observar cómo en aquellas personas que consumían más alimentos ultraprocesados (de media 11 raciones al día), alimentos caracterizados porque han sido elaborados industrialmente y suelen contener una larga lista de ingredientes con aditivos como edulcorantes, colorantes, emulsionantes o potenciadores del sabor, era 2,5 veces más común que desarrollaran tres o más signos prodrómicos no motores para la enfermedad de Parkinson que aquellos que de media consumían 3 alimentos ultraprocesados al día. En menor medida, para los participantes que consumían de media 6 alimentos ultraprocesados era 1,5 veces más común que desarrollaran 3 o más signos prodrómicos incluyendo problemas de olfato (hiposmia), estreñimiento, probable trastorno de conducta del sueño REM, problemas de visión con los colores, somnolencia diurna, dolor corporal y síntomas depresivos. Cuando analizaron cada signo prodrómico no motor por separado, se observó una asociación positiva con el trastorno de la conducta del sueño REM, el estreñimiento, el dolor corporal y los síntomas depresivos. 

Al analizar los distintos grupos de alimentos ultraprocesados, los snacks dulces y las bebidas azucaradas o edulcoradas fueron los que aumentaron en mayor medida el riesgo de desarrollar estos signos prodrómicos. 

El hecho de analizar los signos prodrómicos no motores del párkinson es una ventaja, ya que estos aparecen diez o veinte años antes que el diagnóstico clínico, lo que proporciona una oportunidad para llevar a cabo intervenciones tempranas para prevenir el desarrollo de párkinson. No obstante, sería deseable disponer de otros estudios que también observen una relación entre el consumo de ultraprocesados y la incidencia del diagnóstico de enfermedad de Parkinson, no solo con los primeros signos no motores de la enfermedad. 

De todas formas, estos resultados siguen apoyando la necesidad de desalentar el consumo de alimentos ultraprocesados, no solo por su mayor riesgo con las enfermedades metabólicas, sino también con las enfermedades mentales y la necesidad de seguir promocionando en la población la dieta mediterránea, basada en alimentos mínimamente procesados con un alto consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado y aceite de oliva.

No declara conflicto de interés
ES

Eef - ultraprocesados párkinson

Eef Hogervorst

Catedrática de Psicología de la Universidad de Loughborough (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

En primer lugar, el término «síntomas tempranos de la enfermedad de Parkinson» es un poco engañoso, ya que síntomas como el estreñimiento y el dolor corporal, que aquí se han asociado al consumo de alimentos ultraprocesados (UPF), son bastante comunes en el envejecimiento y no son necesariamente indicativos de la enfermedad de Parkinson. 

Incluso el predictor más probable de la enfermedad de Parkinson, probablemente el trastorno del sueño REM, se observa en el 65 % de los pacientes con párkinson, pero también en el 10 % de los controles, con una sensibilidad baja (65 %) para la enfermedad de Parkinson, incluso cuando las personas ya padecen esta enfermedad (Kakazu, 2024). Este síntoma solo muestra relación con el mayor consumo de UPF. 

Otros síntomas como la reducción del sentido del olfato, la somnolencia diurna, la alteración de la visión del color y la depresión por sí mismos no parecen estar relacionados con el consumo de UPF. 

En cuanto al resultado de los UPF, no se llegó a un acuerdo sobre el 30 % del consumo de alimentos evaluado mediante cuestionario y, aunque al parecer los expertos los volvieron a evaluar, no está claro cómo acordaron la categorización de los alimentos, es decir, si eran UPF o no. 

Resultaba extraño que entre los alimentos no ultraprocesados se incluyeran la carne de vacuno, la carne de cerdo, el cordero, el pollo o el pavo en sándwich (todos ellos carnes procesadas); la nata; las tortitas o gofres; las tartas, tanto caseras como precocinadas; las palomitas; las patatas fritas o los chips de maíz; la leche de soja; y la salsa de tomate, así como el alcohol destilado y el café con leche. 

Los alimentos individuales, como los panes o cereales UPF y, de hecho, las comidas para microondas, no se asociaron por sí mismos con los «síntomas tempranos de la enfermedad de Parkinson», mientras que las salsas, los dulces, las bebidas edulcoradas artificialmente y los postres sí lo hicieron, al igual que los aperitivos salados y los productos animales y lácteos, incluidos los yogures. Estos alimentos se asocian con la diabetes mellitus y las enfermedades vasculares (cardíacas), respectivamente, que pueden afectar a las enfermedades cerebrales debido a su contenido en azúcar y grasas trans, respectivamente. 

Sin embargo, no es el primer estudio que muestra la relación entre los UPF y las enfermedades cerebrales. Hace tiempo escribimos un artículo sobre estudios que investigaban el riesgo de demencia y el consumo de carne procesada. Una dieta saludable y variada a base de alimentos integrales está asociada con la prevención de muchas enfermedades, incluida la demencia. 

Por último, estas dos cohortes estaban compuestas principalmente por profesionales sanitarios de raza blanca, por lo que los resultados no son necesariamente extrapolables a todo el mundo. 

Por lo tanto, este estudio puede verse afectado por la categorización de los alimentos ultraprocesados como factor predictivo, ya que no todos los alimentos ultraprocesados mostraron una asociación; las asociaciones del grupo de estudio, que era limitado (compuesto principalmente por profesionales sanitarios y enfermeros de raza blanca), se evaluaron en función del resultado, ya que estos síntomas no son necesariamente predictivos de la enfermedad de Parkinson, ni todos ellos se asociaron individualmente con el consumo de alimentos ultraprocesados. 

Conflictos de interés: “Una consultoría previa para Proctor sobre la revisión de los suplementos de omega 3 y ácido fólico para proteger contra la demencia (que no lo hicieron en los metaanálisis), y una aparición en los medios de comunicación no remunerada, pero con gastos de viaje reembolsados (desayuno televisivo en la BBC), para debatir los factores de riesgo de demencia de Lancet 2024 y sus propios artículos, incluido el artículo de The Conversation sobre nutrición y riesgo de demencia. Consultora no remunerada, pero con gastos de viaje reembolsados, para el NICE sobre la TRH menopáusica y el riesgo de demencia, y reembolso de los gastos de viaje para intervenir en la conferencia de ESG y BMS sobre la prevención de la demencia en 2024/2025. 

ES

Daniel J. van Wamelen - ultraprocesados párkinson

Daniel J. van Wamelen

Profesor clínico senior de Neurociencia y neurólogo consultor honorario del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

Los resultados de este estudio son interesantes y parecen basarse en una investigación sólida con conclusiones bien respaldadas por los datos. Sin embargo, es importante destacar que los síntomas examinados en este estudio son posibles signos tempranos de la enfermedad de Parkinson, no indicadores definitivos de que alguien vaya a desarrollarla. El estudio no hizo un seguimiento de si los participantes fueron diagnosticados con párkinson posteriormente. 

Muchos de los síntomas individuales observados, como los trastornos del sueño, el estreñimiento y los cambios de humor, son comunes en la población general. Si bien el estudio encontró que las personas que consumían más alimentos ultraprocesados tendían a reportar más de estos síntomas no motores, no encontró un aumento directo en el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson en sí. Dicho esto, tener más de estos síntomas sugiere un mayor riesgo con el tiempo. Por ejemplo, una persona que presenta una combinación de trastorno del comportamiento del sueño REM, estreñimiento y síntomas depresivos tiene más probabilidades de desarrollar párkinson en el futuro, pero el riesgo no es absoluto. Para comprender mejor las implicaciones a largo plazo, necesitaríamos un seguimiento más prolongado para ver cuántos participantes desarrollan párkinson y cómo esto se asocia con su dieta. 

En resumen, se trata de una investigación interesante que aborda cuestiones importantes. Sin embargo, la relación con la enfermedad de Parkinson debe considerarse con cautela hasta que se disponga de pruebas más definitivas. 

 

Conflictos de interés: “Con el apoyo de fondos de investigación de CHDI Inc, MRC y BRC; recibió becas de viaje y honorarios como ponente con fines educativos de Bial Pharma; formó parte de los consejos asesores de Britannia Pharmaceuticals e Invisio Pharma; recibió contribuciones en especie (equipo) de Chrono Eyewear BV para proyectos de investigación”. 

ES
Publicaciones
Long-Term Consumption of Ultraprocessed Foods and Prodromal Features of Parkinson Disease
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
Revista
Neurology
Autores

Peilu Wang et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
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