Un grupo internacional de investigadores ha analizado diversos conjuntos de datos con mediciones actuales y reconstrucciones históricas, y concluye que el verano de 2023 fue el más caluroso en las regiones extratropicales del hemisferio norte, incluyendo Europa, en los últimos 2.000 años. Los autores publican sus resultados en la revista Nature.
Cabré - Verano
Anna Cabré
Científica del clima asociada a la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos)
El estudio analiza minuciosamente las temperaturas estivales en tierra (excluyendo el mar) en el hemisferio norte no tropical (30-90°N) durante los últimos 2.000 años. Concluye que el verano pasado (junio-agosto) de 2023 fue el más cálido de los últimos 2.000 años y superó la variabilidad climática natural con un 95 % de certeza. Con respecto al período preindustrial (1850-1900), el verano del 2023 fue 2,07 °C más cálido. Con respecto a todo el período preindustrial analizado (0-1900), el verano del 2023 fue 2,20 °C más cálido (esta diferencia se debe a la presencia de varios períodos fríos antes de 1850).
Hemos estado anticipando que el hemisferio norte se calienta más rápidamente y que el último verano fue particularmente cálido debido al cambio climático y al fenómeno de El Niño. Por lo tanto, no es un resultado inesperado, aunque sigue siendo alarmante y otro recordatorio de la necesidad de acelerar la transición hacia emisiones cero. La importancia de este estudio radica en el análisis de 2.000 años de datos, lo cual no es trivial, ya que los datos son menos precisos a medida que retrocedemos en el tiempo, lo que técnicamente dificulta el análisis.
Ernesto Rodríguez - verano 2023
Ernesto Rodríguez Camino
Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española
El artículo publicado por Esper y sus colegas en Nature concluye que el verano de 2023 fue el más cálido de los últimos 2.000 años en las regiones extratropicales del hemisferio norte. Para llegar a esta conclusión emplearon una combinación de datos de observación (desde mediados del siglo XIX) y reconstrucciones basadas en datos proxy (en todo el periodo) para analizar las temperaturas del aire en superficie de junio a agosto.
Quizás, más que la conclusión en sí en cuanto al carácter excepcional de la temperatura del año 2023 y en particular su verano boreal —que otros estudios con diferentes métodos, periodos temporales y zonas geográficas ya habían permitido establecer—, lo realmente interesante es la combinación de diferentes fuentes de datos para poder cubrir todo el periodo de 2.000 años y a la vez comparar las limitaciones y sesgos de cada fuente de datos. Dentro de estas limitaciones, quizás es conveniente destacar el sesgo sistemático en las primeras observaciones instrumentales en el periodo 1850-1900 comparadas con un conjunto de reconstrucciones, que podrían alterar algunos de los aspectos cuantitativos de las estimaciones del actual calentamiento que toman este periodo como referencia del clima preindustrial.
También merece la pena destacar la coincidencia en el año 2023 de un evento debido a la variabilidad natural como es un episodio de El Niño —que tiende a aumentar globalmente la temperatura— con la tendencia general al calentamiento inducida por el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero, que los autores subrayan convenientemente en su artículo.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Modelización
Esper et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
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