Este viernes, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha aprobado el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT). El documento, que incorpora 147 propuestas de las comunidades autónomas, no ha logrado el consenso de todas ellas.
Manuel Franco - Plan Tabaco
Manuel Franco
Epidemiólogo, profesor de investigación Ikerbasque en el Basque Centre for Climate Change (BC3). Profesor e investigador en las universidades de Alcalá y Johns Hopkins, y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
El tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de enfermedad y muerte en España. Los costes individuales y sociales asociados al tabaquismo son altísimos. El conocimiento epidemiológico primero y de salud pública después es extenso y detallado ya que empezamos a estudiar y conocer sus consecuencias en los años 50. Es decir, más de 70 años de evidencias científicas. Recomiendo este vídeo del British Medical Journal. Hoy en día, el tabaquismo supone un beneficio únicamente para las grandes compañías tabacaleras que están adaptando rápidamente su negocio a las nuevas generaciones y saliéndose de las regulaciones anteriores.
El Plan Integral de Tabaquismo en España propone cinco puntos fundamentales y sencillos que serían un avance para reducir la carga de enfermedad del tabaquismo en nuestro país: prevención, ayuda a dejar de fumar, reducción a exposición, investigación y coordinación del control. La adopción de este plan sería sin duda un avance en salud y bienestar para nuestro país y sus ciudadanos, independientemente de su comunidad autónoma de residencia. En los países más avanzados del mundo ya se han implantado estas recomendaciones desde gobiernos de toda índole ideológica.
Es miembro del Comité Asesor del SMC España.
Josep Maria Suelves - Plan Tabaco
Josep Maria Suelves
Jefe del Servicio de Prevención y Control del Tabaquismo y de las Lesiones en la Agencia de Salud Pública de Cataluña y vocal de la Junta Directiva del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo
En España todavía fuma diariamente una de cada cinco personas de 15 años en adelante. El uso de tabaco y la exposición al humo ambiental causan anualmente el fallecimiento prematuro de más de 50.000 personas y un número muchísimo mayor de casos de enfermedades graves y un sufrimiento evitable tanto de las personas afectadas como de sus familiares. El número de fumadores tiende a disminuir lentamente en nuestro país —en parte, porque ha ido mejorando la protección de la sociedad para prevenir el inicio del tabaquismo en la adolescencia y también, porque muchas personas logran dejar de fumar tras algunos años de consumo—, pero la carga de enfermedad asociada al tabaco sigue siendo intolerablemente elevada.
El tabaquismo contribuye a aumentar las desigualdades en salud. Las personas con un menor nivel socioeconómico o educativo fuman más y comienzan a hacerlo antes que el resto de la población. Las mujeres que empezaron a fumar hace algunas décadas durante su adolescencia empiezan a mostrar un aumento de la mortalidad por cáncer y otras enfermedades asociadas al tabaco que hasta hace poco eran más frecuentes entre los hombres. Y algunos colectivos –como las personas sin hogar, internos en centros penitenciarios o quienes padecen diferentes trastornos mentales– incluyen proporciones de fumadores particularmente elevadas.
En los primeros años del siglo XXI, el impulso del Convenio Marco para el Control del Tabaco por parte de la Organización Mundial de la Salud favoreció una cascada de medidas legislativas internacionales y nacionales que hicieron posible la aprobación de la primera ley española sobre tabaco en 2005 y su principal actualización en 2010. Pese a la oposición inicial de algunos de los grupos de presión que habitualmente se oponen a las medidas de prevención y control del tabaquismo, como los sectores ligados a la producción y comercialización de productos del tabaco y algunas organizaciones del ámbito de la hostelería, las normas desarrolladas hace ya casi dos décadas continúan teniendo un impacto muy favorable sobre la salud colectiva y no han causado las consecuencias económicas negativas anunciadas por las voces más críticas.
Hace casi tres años, un equipo liderado por el Ministerio de Sanidad, apoyado por técnicos de las comunidades autónomas, elaboró un borrador de Plan Integral de Prevención y control del Tabaquismo (PIT). El texto fue después revisado para incluir las aportaciones de numerosas sociedades científicas y de diferentes instituciones de la Administración General del Estado, y finalmente se ha sometido estos días a la valoración de diferentes órganos del Consejo Interterritorial de Salud. Esta última etapa se ha visto acompañada de filtraciones y declaraciones centradas en las medidas que suscitan más interés mediático, alimentan la confrontación partidista y activan diferentes grupos de presión, como la prohibición de fumar en las terrazas descubiertas de cafeterías y restaurantes.
La adopción de medidas que limiten la exposición al humo y los aerosoles del tabaco y otros productos relacionados es indudablemente una estrategia efectiva para proteger la salud de la población, aunque seguramente requerirá la aprobación de iniciativas legislativas en las cámaras parlamentarias. Quizá no se haya prestado, en cambio, suficiente atención a otras líneas de actuación incluidas en los borradores del PIT y que son, por lo menos, igualmente urgentes, necesarias y efectivas:
- Revisión de la fiscalidad para aumentar el precio mínimo del tabaco. Actualmente el precio de venta de una cajetilla de cigarrillos en España está muy por debajo del de la mayoría de los países de nuestro entorno y hay pruebas de que el aumento de los precios reduce eficazmente el inicio del uso de tabaco en la adolescencia e incentiva el abandono del tabaquismo, sin menoscabar los recursos públicos.
- Introducción del empaquetado neutro de tabaco. Actualmente ya hay más de 20 países en todo el mundo que han introducido esta medida, que obliga a que todas las cajetillas tengan un aspecto exterior uniforme y a que cada marca se identifique únicamente con su nombre escrito con una tipografía homogénea. El empaquetado neutro de cigarrillos evita que las cajetillas sean soportes publicitarios y ayuda a reducir el inicio del tabaquismo en la adolescencia sin producir efectos contraproducentes anunciados por las multinacionales tabaqueras, como el aumento del contrabando.
- Actualización de la normativa que afecta algunos productos emergentes. El aumento del uso de productos relacionados con el tabaco en la adolescencia, como los cigarrillos electrónicos, aconseja reforzar el control de su promoción y comercialización, ya que promueven el inicio y la progresión en el consumo de tabaco y suponen riesgos para la salud.
- Desarrollo de campañas de comunicación para favorecer el abandono del tabaco y de programas de ayuda efectiva para dejar de fumar. La información, el consejo y diferentes medidas terapéuticas —conductuales y farmacológicas— han demostrado ayudar eficazmente a abandonar el tabaco y prevenir el desarrollo de las enfermedades que causa.
Tal como han reclamado el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y otras organizaciones sociales, científicas y profesionales del ámbito de la salud, es deseable que el debate político e institucional dé paso lo antes posible a esos avances urgentes para la salud pública.
“Como responsable del programa de prevención del tabaquismo en Cataluña, he participado en la elaboración del primer borrador del PIT”.
Raúl de Simón - Plan Tabaco
Raúl de Simón
Coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)
Desde la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMERGEN, nos congratulamos de la aprobación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, entendiendo que ayudará, desde el ámbito sanitario, educativo y normativo a prevenir el consumo del tabaco e, igualmente, facilitará el abandono de este a los fumadores. Consideramos que este plan recién aprobado es también un éxito de las sociedades científicas que, como SEMERGEN, han solicitado y demandado desde hace décadas acciones normativas y legislativas que protegiesen la salud de los ciudadanos.
No obstante, lamentamos que no haya existido un acuerdo unánime en todas las comunidades autónomas para todas las líneas abordadas en el plan, por lo que tememos que su aplicación pueda generar inequidades en el conjunto de la población.
semFYC - Plan Tabaco
La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), a través del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud, PAPPS, y del Grupo de Abordaje al Tabaquismo se posiciona de manera favorable ante el impulso de todas aquellas medidas dirigidas a reducir el consumo de tabaco y sus derivados, así como a proteger la salud de la población mediante un nuevo el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) 2024-2027.
Estrategias dirigidas a encarecer el precio del tabaco mediante una subida de impuestos, así como de prohibir fumar y vapear en determinados espacios comunitarios y sociales al aire libre, y en espacios privados en presencia de menores puede ser un paso significativo para actuar frente a una problemática de salud pública de gran magnitud. Del mismo modo, desde semFYC queremos enfatizar la importancia de ampliar el acceso a todos los tratamientos respaldados por evidencia que ayuden a las personas a dejar de fumar.
Desde la semFYC esperamos que las comunidades autónomas impulsen también iniciativas dirigidas a atajar esta problemática de salud pública de primera magnitud, sin permitir que los intereses políticos coyunturales obstaculicen su avance hacia la mejora de la salud pública.
Desde la semFYC queremos poner el foco en la necesidad que, como sociedad, hoy tenemos que actualizar las estrategias de prevención y control del tabaquismo pues las y los médicos de familia observamos una disminución en la percepción del riesgo asociado al tabaco entre los jóvenes, en muchos casos, vinculados a formas de consumo como son el vapeo, la cachimba o los e-cigarrillos. Consideramos crucial regular estas formas de consumo que se han convertido en el principal método de iniciación al consumo de tabaco entre adolescentes. Según las encuestas, cerca del 50 % de los menores de 17 años han experimentado con el vapeo, en comparación con un 38 % que ha probado los cigarrillos.
Desde semFYC creemos que es fundamental alcanzar un amplio consenso social para respaldar la regulación del consumo de tabaco y todos sus productos relacionados.
Aunque las intervenciones de prevención y tratamiento deben dirigirse a todos los profesionales del sistema sanitario, la realidad nos muestra que la Atención Primaria es el punto de acceso más efectivo para la mayoría de la población.
Valoramos que las administraciones y gestores competentes tomen la iniciativa de llevar a cabo estrategias inteligentes para obtener apoyo de la sociedad civil, asociaciones y profesionales sanitarios, frente a las diversas presiones que intentan detener esta iniciativa destinada a mejorar la salud pública.
Cristina Martínez - Plan Tabaquismo
Cristina Martínez Martínez
Jefa adjunta de la Unidad de Control del Tabaco del Institut Català d'Oncologia y profesora del departamento de Enfermería, Salud Pública, Salud Mental y Materno infantil de la Universitat de Barcelona
La aprobación del Plan Antitabaco por parte del Ministerio de Sanidad es un paso significativo en la lucha contra una de las mayores causas de muerte evitable en España: el tabaquismo. La actualización de este plan, que llevaba 14 años sin modificarse, demuestra el compromiso del Gobierno en abordar este importante problema de salud pública.
Las medidas propuestas en el plan son amplias y ambiciosas, abarcando desde la prevención del consumo de tabaco hasta el fomento del abandono del consumo y la reducción de la exposición ambiental al humo. Es alentador ver que se están considerando acciones legislativas concretas, como la prohibición de aditivos (saborizantes y aromas) en el tabaco, el aumento de impuestos a los productos y la prohibición de los dispositivos de un solo uso.
Particularmente notable es el enfoque en la protección de los espacios públicos y colectivos, especialmente aquellos frecuentados por personas menores de edad, lo que refleja una preocupación por la salud de las generaciones futuras. La ampliación de los espacios sin humo de tabaco y productos relacionados es una medida positiva que puede ayudar a reducir la exposición al humo ambiental del tabaco y a desnormalizar el tabaco en nuestra sociedad.
Además, la promoción de la investigación y la colaboración con las entidades locales para abordar el problema desde diferentes ángulos son estrategias importantes para combatir el tabaquismo de manera integral.
En resumen, el Plan Antitabaco es un paso importante en la lucha contra el tabaquismo en España y demuestra un compromiso firme por parte del Gobierno en proteger la salud de la población. Es fundamental que estas medidas se implementen de manera efectiva y se siga trabajando en la prevención y el control del tabaquismo para lograr una sociedad más saludable.