Una “gran fracción” de las muestras de aguas subterráneas está contaminada por sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) y se consideraría inaceptable para el consumo de agua potable, según afirma un estudio. El análisis, publicado por Nature Geoscience, aglutina los datos de 273 estudios con muestras de aguas superficiales y subterráneas alrededor del mundo desde 2004. La proporción exacta de muestras que superan los umbrales varía según las normativas que se consideran. Por ejemplo, el 69 % de las muestras de aguas subterráneas sin fuente de contaminación conocida superan el umbral canadiense, pero la cifra es de solo del 6 % si se considera el criterio establecido por la Unión Europea para la suma de todos los PFAS.
Irene Navarro - PFAS agua
Irene Navarro
Investigadora de la Unidad de Contaminantes Orgánicos Persistentes y Contaminantes Emergentes en el Medio Ambiente del CIEMAT
En esta investigación se evaluó un amplio conjunto de datos de 273 estudios ambientales realizados en todo el mundo para determinar la presencia de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) en los sistemas hídricos. Los niveles de PFAS obtenidos en 12.000 muestras de aguas superficiales y 33.900 de aguas subterráneas se compararon con los límites umbral establecidos en la normativa sobre agua potable, y un porcentaje notable superó los valores de referencia. Estos límites de concentración no deben superarse para proteger la salud humana y el medio ambiente. Los resultados son preocupantes, ya que las aguas superficiales y subterráneas pueden ser tratadas por plantas potabilizadoras para generar agua de grifo, donde la presencia de PFAS podría tener implicaciones para la salud humana. Así pues, es esencial señalar la necesidad de mejorar la calidad del agua para preservar los ecosistemas acuáticos y contribuir a la reducción progresiva de las emisiones de sustancias peligrosas al agua.
Además, se investigaron las concentraciones en productos de consumo e industriales que contienen estos compuestos para mejorar el conocimiento y la comprensión del origen de la contaminación por PFAS. Los resultados ponen de relieve que muchos estudios cuantifican un número limitado de PFAS sin medir compuestos importantes y prevalentes como los alcoholes fluoroteloméricos (FTOH, que es un importante PFAS presente en productos de consumo). Este hecho subraya la necesidad de llevar a cabo más investigaciones, especialmente centradas en la cuantificación de una gama más amplia de PFAS en diferentes compartimentos ambientales para no subestimar su futura carga ambiental.
Julián Campo - PFAS agua
Julián Campo
Miembro del Grupo de Investigación en Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (Valencia)
Las sustancias per y polifluoroalquiladas (PFAS por sus siglas en inglés) son compuestos químicos que debido a algunas de sus propiedades (son muy resistentes, termodinámicamente estables y no son inflamables) son utilizados en una gran cantidad de productos industriales y comerciales (utensilios de cocina antiadherentes, envases de alimentos y telas impermeables). Según las investigaciones más recientes, se han identificado más de 200 categorías y subcategorías de uso para más de 14.000 compuestos de PFAS. Debido a estas mismas propiedades los PFAS se consideran extremadamente persistentes en el medio ambiente (“sustancias químicas eternas”), altamente tóxicos y con el potencial de bioacumularse y biomagnificarse a lo largo de la cadena alimentaria, por lo que han sido detectados en la vida silvestre, y representan un claro peligro potencial para la salud humana. En general, estos compuestos pueden actuar como disruptores endocrinos y pueden tener muchos otros efectos tóxicos, como hepatotoxicidad, inmunotoxicidad, toxicidad para la reproducción y efectos tumorigénicos, entre otros. Todas estas razones han hecho que el uso y producción de algunos PFAS se haya prohibido en el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, y muchos países (en general desarrollados) han introducido regulaciones que restringen los niveles de PFAS en el agua potable.
Sin embargo, un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature Geoscience por investigadores australianos y norteamericanos (Universidad de New South Wales y de Oklahoma, respectivamente) ha concluido que aún se desconoce la verdadera distribución y alcance de la contaminación por PFAS en los recursos hídricos globales, y que una gran fracción de estos podría estar contaminada por estos compuestos en niveles que podrían exceder leyes y regulaciones en muchos países.
Estos investigadores analizaron datos de PFAS de más de 45.000 muestras recogidas en todo el mundo, desde 2004, para determinar si la contaminación por PFAS en aguas superficiales y subterráneas excede las distintas regulaciones nacionales. Según sus resultados, una gran fracción del agua muestreada supera los límites establecidos para el agua potable, y dichas superaciones dependen de la jurisdicción y de las fuentes de dichos PFAS. Así, en muestras sin una fuente conocida de PFAS, el 31 % de las de agua subterránea excedía los límites propuestos por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense; mientras que en Canadá y en la Unión Europa se alcanzaron valores de 69 % y 6 %, respectivamente. Además, dichas excedencias tienden a aumentar cuando se consideran muestras con fuentes de contaminación conocidas (como industrias relacionadas con producción de PFAS).
Los autores concluyen que muchos de los estudios actuales pueden estar subestimando la contaminación por PFAS en el medio ambiente, ya que se suele monitorear un número limitado de PFAS (en general las mismas familias), y la contaminación real en los recursos hídricos globales podría ser mayor de lo que se pensaba. Citan por ejemplo el caso de los alcoholes fluorotelómeros (FTOH) que no se miden directamente en casi ningún estudio, pero que pueden llegar a representar el 8 % de la masa de PFAS que entran en una estación depuradora de aguas residuales, procedentes del lavado de textiles en los hogares, entre otros.
Begoña Jiménez - PFAS agua
Begoña Jiménez
Investigadora científica del CSIC en el departamento de Análisis Instrumental y Química Ambiental del Instituto de Química Orgánica General (IQOG-CSIC)
En este estudio, O’Carroll y colaboradores investigan el alcance y la distribución, a nivel global, de la contaminación por sustancias per y polifluoroalquiladas (PFAS) en aguas superficiales y subterráneas. Las PFAS, conocidas como ‘sustancias químicas eternas’ debido a su persistencia en el medio ambiente, constituyen una clase de varios miles de sustancias químicas ampliamente utilizadas en aplicaciones industriales y productos de consumo debido a sus distintas propiedades como repelentes de agua, aceite, manchas, etc., y su gran estabilidad físico-química. El estudio, apoyado en métodos sólidos y contrastados, se basa en un extenso conjunto de datos ambientales globales, incluyendo información de más de 12.000 muestras de aguas superficiales y 33.900 de aguas subterráneas. Se evalúan las concentraciones de PFAS en este tipo de muestras con respecto a las regulaciones actuales o valores guía sobre PFAS para el agua potable.
El estudio pone de manifiesto que los programas actuales de monitorización de PFAS pueden estar subestimando la contaminación por estas sustancias en el medio ambiente, debido al número limitado de PFAS que comúnmente se analizan en los programas de seguimiento. Por tanto, la contaminación real en los recursos hídricos globales puede ser mayor de lo que actualmente está documentada. De manera general, este estudio hace una importante llamada de atención sobre una gran fracción de las aguas superficiales y subterráneas a nivel mundial que superan los avisos y regulaciones internacionales sobre PFAS y es probable que se subestime la futura carga ambiental de estos químicos eternos. Por tanto, es necesario mucho trabajo adicional para desarrollar técnicas analíticas más potentes que permitan cuantificar el gran espectro existente de PFAS en matrices ambientales, realizar un régimen de muestreo más sistemático de las fuentes de agua a nivel mundial y cuantificar los impactos humanos y ecológicos de la amplia gama de PFAS en el medio ambiente.
Si bien las PFAS son el foco de este estudio, el trabajo también destaca la necesidad de comprender mejor el uso, el destino y los impactos de los compuestos químicos antropogénicos por las grandes repercusiones que esto puede tener a nivel de la salud humana y del planeta Tierra.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Diana Ackerman Grunfeld et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares