Las emisiones de CO2 de origen fósil aumentarán hasta los 37.400 millones de toneladas en 2024, según el mayor informe sobre balance de carbono

Aún no hay señales claras de que las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) de origen fósil hayan tocado techo, según los datos del Global Carbon Budget de 2024. El informe —que se publica en la revista Earth System Science Data en formato preprint y se presentará en la COP29 de Bakú— estima que estas emisiones crecerán un 0,8 % este año respecto a 2023, situándose en 37.400 millones de toneladas de CO2. Si este ritmo continúa, hay un 50 % de probabilidades de que el calentamiento global supere el límite de 1,5 ºC en seis años.  

13/11/2024 - 01:01 CET
Reacciones

Vanesa Castán - Global Carbon Budget 2024

Vanesa Castán Broto

Catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield 

Science Media Centre España

El Global Carbon Budget señala al gas natural como uno de los principales motores de las emisiones de carbono a nivel mundial. Las emisiones de gas natural en todo el mundo crecen más rápido que las del carbón y el petróleo. Dado que el 22 % de las emisiones globales se producen por el uso de gas natural, este combustible debería estar en el punto de mira para el desarrollo de estrategias de descarbonización a nivel global. El ritmo del aumento de las emisiones de carbono relacionadas con el gas natural es particularmente pronunciado en China e India. Durante años, las industrias de combustibles fósiles han presentado al gas natural como el ‘primo limpio’ del petróleo y el carbón, argumentando que el gas natural desempeña un papel importante como ‘combustible de transición’ porque su combustión es más eficiente. Estos datos sugieren lo contrario: el gas natural está consolidando nuestra dependencia de los combustibles fósiles en un momento en el que debería haber una transición a las energías renovables. Por tanto, el gas natural acelera las emisiones de carbono y no funciona como combustible de transición.   

El Global Carbon Budget demuestra el enorme progreso que se está logrando hacia la descarbonización. Algunos países han conseguido reducir las emisiones de carbono a través de los programas nacionales a los que se comprometieron después del Acuerdo de París para la Acción Climática de 2015 (lo que se conoce como Nationally Determined Contributions). Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes para reducir las emisiones hasta un nivel seguro. Parte del problema es que se pone mucho énfasis en las soluciones tecnológicas y de gestión. Sin embargo, a estas medidas hay que añadir la necesidad de una profunda transformación social que debe promoverse a través de medidas de gestión de la demanda, especialmente en sectores como el transporte aéreo. Desafortunadamente, estas medidas de gestión de la demanda aún no son políticamente aceptables. En resumen, la tecnología por sí sola no es suficiente; también se necesitan medidas de gestión de la demanda social de energía. 

El Global Carbon Budget ofrece una lectura positiva de la penetración de tecnologías bajas en carbono, especialmente las energías renovables. Sin embargo, las emisiones procedentes de combustibles fósiles siguen aumentando en los países no pertenecientes a la OCDE. En muchos países con déficits en el acceso a la energía, el progreso hacia el acceso universal a la energía (uno de los pilares del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7) se ha logrado a expensas de la explotación de reservas de combustibles fósiles. A pesar de la disponibilidad de tecnología para promover una economía baja en carbono, los países de bajos ingresos descubren que la falta de inversión y rupturas en las cadenas de suministro frenan el desarrollo de las energías renovables. Proyectos sencillos, como los que se promueven en comunidades energéticas ofrecen soluciones prácticas para promover una economía baja en carbono en áreas remotas y con suministro insuficiente, pero necesitan ayuda para acceder a los recursos necesarios para ejecutar estos proyectos. Por tanto, se debe apoyar a los países de ingresos bajos para que avancen hacia economías bajas en carbono. 

El Global Carbon Budget es una evaluación metodológicamente sólida dirigida por Future Earth, que ha estado liderando evaluaciones globales de desafíos ambientales durante 30 años. 

No declara conflicto de interés
ES

Ana Hernández - Global Carbon Budget 2024

Ana Hernández

Investigadora en Sostenibilidad de la Fundación para la Investigación del Clima (FIC)

Science Media Centre España

La última edición del Global Carbon Budget destaca cómo los eventos climáticos extremos y las continuas emisiones de CO₂ están acelerando su acumulación en la atmósfera, agravando de manera significativa el cambio climático. En 2023, la concentración de CO₂ en la atmósfera aumentó en 2,79 partes por millón, y se proyecta que en 2024 aumente otras 2,76 partes por millón, equivalente a aproximadamente 21,5 gigatoneladas (Gt) de CO₂. Estos aumentos superan el promedio anual de incremento observado en la última década, lo que evidencia la falta de una tendencia significativa hacia la reducción. 

El incremento sostenido en la concentración de CO₂ resalta el impacto del reciente evento de El Niño que, en combinación con las emisiones masivas generadas por incendios forestales en América del Norte y América del Sur, ha dejado cantidades adicionales de CO₂ en la atmósfera. Para 2024, se prevé que la concentración de CO₂ atmosférico alcance un promedio récord de 422,5 partes por millón, un 52 % por encima de los niveles preindustriales. 

Este valor supone un preocupante retroceso frente a los compromisos globales de reducir las emisiones y alcanzar el cero neto para 2050. Asimismo, esta acumulación persistente y creciente de CO₂ en la atmósfera coloca cada vez más lejos la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, 1,7 °C, e incluso 2 °C por encima de los niveles preindustriales, lo que representa un desafío crucial para la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad del planeta. 

En conjunto, estos datos refuerzan la urgencia de intensificar los esfuerzos de descarbonización en todos los sectores y adoptar medidas de mitigación más ambiciosas para evitar los impactos climáticos irreversibles que afectan ya a los sistemas ecológicos, la biodiversidad y la seguridad humana a nivel mundial. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

María José Sanz - Global Carbon Budget 2024

María José Sanz

Directora del BC3 (Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático) y miembro de la mesa del IPCC 

Science Media Centre España

El Global Carbon Budget revela las últimas tendencias de las emisiones mundiales de carbono y las ramificaciones para alcanzar nuestros objetivos climáticos globales. Ha abordado este reto centrándose de forma exhaustiva en los ciclos biogeoquímicos globales que rigen los gases de efecto invernadero, incluidos sus impulsores naturales y humanos. Sus estimaciones están basadas en metodologías trasparentes y científicamente sólidas. Comenzó a publicar sus evaluaciones anuales regularmente en 2006, acompañado de una descripción de cómo se hacen las estimaciones y de las mejoras metodológicas que se incluyen. 

El Proyecto Carbono Global (Global Carbon Project) se creó en 2001 para ayudar a la comunidad científica internacional a establecer una base de conocimientos común y consensuada sobre la evolución de las concentraciones atmosféricas de CO2 y sus drivers (impulsores).  

Al Global Carbon Budget [uno de los informes del Global Carbon Project] contribuyen más de 100 expertos de múltiples organizaciones científicas. Nos permite tener información global consistente y de calidad de las tendencias de las emisiones y sumideros de carbono, lo que representa una información clave para determinar el progreso hacia los objetivos del Acuerdo de París. Está ampliamente reconocido como el informe más completo de este tipo. Se actualiza anualmente y se publica en las reuniones de la COP cada año. 

En esta última edición se observa que muchos países han logrado reducir sus emisiones fósiles de CO2 o ralentizar su crecimiento, con tendencias continuas a la descarbonización (es decir, a la disminución de las emisiones de CO2 por unidad de energía) en la mayoría de los países, así como a escala mundial, donde se observa una estabilización. Sin embargo, todavía no hay indicios del rápido y profundo descenso de las emisiones totales de CO2 que se necesita para hacer frente al cambio climático. Las emisiones totales de CO2, aunque se han estabilizado en la última década (2014-2023), en comparación con el fuerte crecimiento del 2 % anual durante la década anterior, no están en una trayectoria descendente hacia el cero neto. Se ha constatado el aumento previsto de las emisiones debidas a cambios en el uso de la tierra en 2024 (0,5 GtCO2 por encima del nivel de 2023) que se ha visto impulsado por las emisiones de incendios en América del Sur y las condiciones de sequía asociadas a las condiciones temporales de El Niño. Han estimado que las condiciones climáticas redujeron el sumidero terrestre en un 27 % en la última década debido al calentamiento y a la disminución de las precipitaciones. 

Sus limitaciones se derivan de la existencia y el acceso a datos empíricos de buena calidad, lo que el mismo Global Carbon Project ha contribuido a impulsar integrando, cada vez más, diferentes comunidades de expertos, y la necesidad, en estos casos, de derivar esta información de forma indirecta. 

No declara conflicto de interés
ES

Ana Cristina Franco - Global Carbon Budget 2024

Ana Cristina Franco Novela

Investigadora del departamento de Ciencias de la Tierra - Variabilidad y Cambio Climáticos del Barcelona Supercomputing Center

Science Media Centre España

El Global Carbon Budget (o Balance de Carbono Global) es un estudio que cuantifica las emisiones antropogénicas de carbono, así como el rol del océano y la biosfera terrestre en reducir o exacerbar la concentración total de carbono en la atmósfera. Este estudio es un esfuerzo internacional de más de ochenta instituciones de investigación que involucra a cientos de expertos en cambio climático. Este año se reporta que las emisiones de carbono fósil son un 0,8 % mayores que el año pasado, sin signos claros de haber alcanzado un máximo y mucho menos una tendencia negativa.   

El informe evidencia algunos esfuerzos por combatir el cambio climático y resalta la tendencia negativa de las emisiones por cambio de uso de suelo (por ejemplo, menos emisiones asociadas a la deforestación en la última década). Sin embargo, fluctuaciones naturales en los sumideros de carbono, sobre todo en la biosfera terrestre, pueden contribuir al incremento de carbono atmosférico. Por ejemplo, en 2024 se reporta que los incendios forestales y degradación de la biosfera relacionados con el evento del El Niño en 2023-2024 han favorecido un incremento de las emisiones de carbono totales (es decir, antropogénicas y naturales), siendo estas un 2 % mayores que en 2023.   

El estudio reporta que, si esta tendencia en emisiones totales continúa, en los próximos seis años la temperatura global del planeta sobrepasará el limite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París. Para evitar exceder este límite de temperatura, las emisiones de carbono antropogénicas deben disminuir drásticamente. A día de hoy, las tecnologías para remover de forma deliberada dióxido de carbono de la atmósfera no juegan un papel relevante en contrarrestar las emisiones de carbono antropogénico.  

Conflicto de interés: Ana Cristina Franco Novela es compañera en el BSC de algunos de los autores del informe, pero ella no ha participado en su elaboración. 

ES
Publicaciones
Global Carbon Budget 2024
  • Sin revisión por pares
  • Preprint
Revista
Earth System Science Data
Fecha de publicación
Autores

Friedlingstein et al.

Tipo de estudio:
  • Sin revisión por pares
  • Preprint
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