La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) consideran que es demasiado pronto para que la población general reciba una cuarta dosis de las vacunas de ARNm contra la covid-19. Ambas agencias sí están de acuerdo en que los mayores de 80 años sí pueden recibirla debido a su mayor riesgo de contraer cuadros graves de la enfermedad.
Si la situación epidemiológica actual cambia, podría ser necesaria una cuarta dosis en el grupo de edad de mayores de 60 años. / EFE | EPA | MAST IRHAM
Sonia Zúñiga - cuarta
Sonia Zúñiga
Viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC)
El anuncio de la EMA y el ECDC indica que es pronto para decidir si una cuarta dosis de las vacunas actuales es beneficiosa. Su recomendación se basa en las evidencias actuales, que indican que la población (incluyendo las personas más vulnerables) está protegida frente a enfermedad severa incluyendo la causada por ómicron.
Los estudios sobre una posible cuarta dosis realizados por el momento indican que, aunque el nivel de anticuerpos sube con la cuarta dosis, la protección frente a la infección por ómicron va a disminuir del mismo modo en que lo hace después de la tercera dosis, y no hay apenas beneficio adicional en cuanto a aumento de la protección frente a enfermedad severa.
Por ello, la EMA y el ECDC dejan abierta la posibilidad de que más adelante haya que vacunar de nuevo, por prudencia, únicamente a la población más vulnerable (mayores de 80 años). Dejan muy claro que esto no aplicaría a la población general, que ya se encuentra suficientemente protegida con las dosis actuales.
Un punto que no tratan en el anuncio de hoy es la conveniencia de que las vacunas se actualicen para ser más efectivas frente a ómicron. Las empresas fabricantes de las vacunas estaban desarrollando estas vacunas más específicas que, en caso de estar listas y ser aprobadas, en mi opinión serían una mejor alternativa para esa potencial cuarta dosis para las personas vulnerables.
Sonia Zúñiga es miembro del Comité asesor del SMC España
José Gómez Rial - cuarta
José Gómez Rial
Jefe de Servicio de Inmunología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
No tiene ningún sentido seguir administrando dosis de recuerdo de forma indiscriminada, creo que podría ser incluso contraproducente para algunos individuos. Es un error tratar de mantener niveles altos de anticuerpos de forma perpetua. Más aún cuando ómicron ha demostrado escape parcial de los anticuerpos generados por la vacuna, por tanto se necesita un mayor nivel de anticuerpos para conseguir la misma acción neutralizante.
Debemos asumir que con esta vacuna frente a ómicron no podemos evitar la infección de forma mantenida en el tiempo por la pérdida natural de anticuerpos (especialmente en la mucosa respiratoria, que son la clave donde se evita la infección). Esto no supone un problema para la gran mayoría de individuos inmunocompetentes que son capaces de enfrentarse al virus sin ningún problema, contando con la inmunidad celular conservada frente a todas las variantes (igual que hacen frente al resto de los virus).
En el caso de personas vulnerables yo soy más partidario de actualizar cuanto antes la vacuna a la variante ómicron y comenzar un nuevo esquema de primovacunación con la vacuna adaptada a esta variante, más que una estrategia refuerzo con ómicron que no parece dar buenos resultados. Mientras esta vacuna no esté disponible creo más lógico hacer una determinación exhaustiva de la inmunidad (celular y anticuerpos) en estos individuos y seleccionar muy bien aquellos que se beneficiarían de dosis adicionales. Debemos dejar ya atrás la vacunación indiscriminada por grupos de edad e individualizar cuanto antes la estrategia de vacunación frente a la covid-19.