Reacciones a la ola de calor que afecta a España estos días
España sufre estos días una nueva ola de calor que, según los expertos, durará al menos hasta el lunes y no está claro cuándo terminará.
España sufre estos días una nueva ola de calor que, según los expertos, durará al menos hasta el lunes y no está claro cuándo terminará.
Un estudio publicado en Nature Geoscience muestra cómo el cambio climático está interfiriendo con procesos que afectan a la circulación atmosférica y que alteran perceptiblemente el clima en España y Portugal. La anómala expansión del anticiclón de las Azores está secando la península ibérica y haciendo que se parezca cada vez más al norte de África.
Investigadores británicos han analizado hasta qué punto son atribuibles al cambio climático varios tipos de fenómenos meteorológicos extremos. En el caso de las olas de calor hallan una relación inequívoca. Estiman que las 35 ocurridas en todo el mundo entre los años 2000 y 2020 han causado como mínimo 157.000 muertes y alertan de que es muy probable que se esté subestimando el impacto de este fenómeno.
El cambio climático propiciará al menos 15.000 nuevas transmisiones de virus entre especies de aquí al 2070, ya que en un planeta 2ºC más cálido el desplazamiento de los hábitats acercará animales hasta ahora distantes. Este resultado, publicado en Nature, apunta a una mayor exposición de los humanos a patógenos de animales salvajes.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) acaba de aprobar el estudio sobre medidas que frenen la crisis climática en el que llevan trabajando tres años más de 200 autores y autoras de todo el mundo. Se trata del informe del Grupo de Trabajo III y constituye la última pieza integrante del Sexto Informe de Evaluación del IPCC.
El último informe del IPCC muestra que no estamos cerca de limitar la subida de las temperaturas a 1,5ºC. Por suerte, señala que las acciones climáticas en forma de políticas y leyes han aumentado, y que existen esperanzas para reducir las emisiones para 2030 al menos a la mitad. En este sentido, la readaptación de los edificios existentes y el diseño adecuado de los nuevos jugará un papel fundamental.
Las crecidas fuertes en el nivel del mar, episodios puntuales asociados a tormentas y que pueden provocar inundaciones, son fenómenos poco frecuentes y de alto poder destructivo. Un artículo que se publica esta semana en Nature detecta que han aumentado desde 1960, de manera comparable al aumento a la subida media del nivel del mar en el mismo periodo. Los autores, encabezados por el español Francisco Calafat, del National Oceanography Centre, en Liverpool, Reino Unido, analizan estadísticamente las observaciones de las mareas extremas de 79 mareógrafos en costas europeas en el período 1960-2018, y los comparan con modelos climáticos. Sus resultados apuntan a un aumento de los niveles extremos de mar en el futuro, algo que según los autores tiene implicaciones para la planificación costera. Hasta ahora la hipótesis más aceptada es que la frecuencia de estas marejadas extremas no aumentaría.
La actual crisis climática no solo nos deja un invierno históricamente cálido y una década de temperaturas récord, sino que se solapa con una crisis energética casi sin precedentes. Garantizar el suministro energético de forma sostenible es hoy un reto en el que la guerra en Ucrania riza el rizo de la complejidad.
El fin de semana se observaron temperaturas récords tanto en el Ártico como en la Antártida, de hasta 40ºC por encima de lo habitual para esta época del año.
Los satélites japoneses de observación de gases de efecto invernadero IBUKI (GOSAT) acaban de anunciar la detección de un fuerte aumento anual de la concentración media de metano atmosférico en 2021, el mayor desde 2011. Las agencias espaciales europea (ESA) y estadounidense (NASA), así como estaciones en Tierra, también han detectado picos.