Los fenómenos climáticos extremos en 2025 pusieron al límite la capacidad de adaptación

En 2025, el cambio climático impulsó fenómenos climáticos extremos en todo el mundo, afectando de forma desproporcionada a las comunidades vulnerables y marginadas. Además, las temperaturas globales fueron excepcionalmente altas, se registraron olas de calor considerablemente más intensas que hace 10 años y millones de personas se vieron empujadas al límite de la adaptación. Son las principales conclusiones del informe de 2025 publicado por la iniciativa World Weather Attribution, para cuyos expertos “reducir drásticamente las emisiones de combustibles fósiles sigue siendo la política clave para evitar los peores impactos del cambio climático”. 

30/12/2025 - 00:01 CET
Reacciones

Ernesto Rodríguez - WWA informe 2025

Ernesto Rodríguez Camino

Meteorólogo Superior del Estado y presidente de la Asociación Meteorológica Española

Science Media Centre España

El Informe WWA 2025 insiste en que vivimos ya en un clima profundamente alterado, con unos impactos desiguales, una evidencia científica desigual y unos límites claros a la adaptación. Frente a todo ello, la única vía realista para evitar consecuencias catastróficas e irreversibles del cambio climático es reducir rápidamente las emisiones a la vez que se fortalecen de forma simultánea la adaptación, la ciencia y la equidad global.    

El informe concluye que, desde la firma del Acuerdo de París en 2015, mientras que el calentamiento global ha aumentado 0,3 °C, algunas olas de calor se han vuelto casi diez veces más probables, lo que constituye una evidencia más de que, en lo que respecta al cambio climático, cada fracción de grado importa. El informe insiste en que las olas de calor son los eventos meteorológicos extremos más mortíferos y también lo fueron en 2025, si bien la mayoría de las muertes relacionadas con el calor siguen sin reportarse y valorarse adecuadamente a nivel global. Al contrario que otros eventos extremos, como las inundaciones o los incendios forestales, las olas de calor pueden denominarse con razón el ‘asesino silencioso’, ya que no dejan tras de sí un rastro de destrucción como sí lo dejan los temporales o los incendios forestales.   

Los estudios de atribución en tiempo real que realiza la iniciativa WWA tienen un gran valor porque conectan científicamente los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos concretos con el cambio climático causado por el ser humano. El aumento de la frecuencia e intensidad de estos fenómenos extremos es quizás una de las consecuencias del cambio climático que más afecta y que más nota la población, por lo que este tipo de estudios contribuyen grandemente en la comunicación del problema del cambio climático. 

No declara conflicto de interés
ES

Víctor Resco - WWA informe 2025

Víctor Resco de Dios

Profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida

Science Media Centre España

La quema de combustibles fósiles ha liberado el suficiente CO2 a la atmósfera como para cambiar el clima en apenas un par de siglos. Se trata de un proceso remarcable incluso para una historia tan larga como la de la Tierra, puesto que no se conoce parangón a una alteración atmosférica tan rápida. El clima es un sistema caótico por naturaleza, con un grado muy alto de variabilidad natural, y los estudios de atribución aparecieron para entender hasta qué punto los meteoros extremos se deben al cambio climático o a la variabilidad natural. Se basan en modelizar fenómenos extremos y comparar su probabilidad de ocurrencia con y sin cambio climático.   

El informe de WWA permite, por tanto, cuantificar hasta qué punto el cambio climático ha aumentado la probabilidad de estos meteoros extremos. En este sentido, algunos datos son espeluznantes. En Sudán, por ejemplo, la probabilidad de experimentar una ola de calor como la de este año era de una cada 1600 años en 1850, mientras que en la actualidad es de una cada dos años. Los datos indican cómo las olas de calor, sequías o lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes por el cambio climático.   

Hay procesos para los cuales aún desconocemos hasta qué punto el cambio climático está aumentando su frecuencia, como en el caso de los ciclones tropicales. Y es que estudios recientes (como este de Nature Geoscience) indican que el aumento en reciente en su actividad probablemente sea pasajero, dado que se debe a procesos no relacionados con el cambio climático. El informe del WWA todavía no recoge estos nuevos estudios.   

El informe otorga demasiado influencia al clima cuando habla de procesos como los incendios o las inundaciones. Y es que debemos separar procesos puramente meteorológicos, como las olas de calor, de aquellos que resultan de la interacción entre el clima y las infraestructuras. Es indudable que el cambio climático ha alargado la estación de incendios y que contribuye a que el combustible este más seco, por ejemplo, pero el fuego quema combustible y la actividad de los incendios no es enteramente atribuible al cambio climático. Tampoco lo son las inundaciones, pues dependen nuevamente de la interacción entre la meteorología y la infraestructuras forestales e hidráulicas.   

En este sentido, de la misma manera que el negacionismo es fatal para la inacción climática, el ‘climatismo’ que exagera la influencia del cambio climático puede generar anticuerpos y favorecer el auge del negacionismo. La ola de calor de este año en España, con una anomalía de 4,6 ºC durante las dos semanas de principios de agosto, sin duda alimentó a la temporada extrema de incendios que vivimos. El informe de la WWA indica que esta ola de calor ha sido 40 veces más probable con el cambio climático. Pero la actividad de los incendios se hubiera podido reducir, en gran medida, con una adecuada gestión preventiva.   

El cambio climático está aquí para quedarse y lo que estamos viendo estos años es apenas el principio. No podemos evitar que las olas de calor vayan en aumento, pero sí que podemos, y debemos, adaptarnos anticipadamente a los impactos negativos del cambio climático. 

No declara conflicto de interés
ES

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Rubén del Campo

Portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)

Science Media Centre España

El informe es una nueva llamada de atención de la comunidad científica para la acción climática, al destacar que en 2025 el calentamiento global volvió a tener consecuencia en forma de fenómenos meteorológicos extremos de manera inequívoca. El equipo de World Weather Attribution cuenta con los mejores expertos en estudios de atribución del cambio climático, lo que es una garantía de calidad. 

Ya ha pasado una década desde la firma del Acuerdo de París y, en ese sentido, es un buen enfoque poner de manifiesto cómo el planeta ha seguido calentándose desde entonces, lo que se ha traducido en un incremento de los fenómenos meteorológicos extremos.  

Las conclusiones del informe coinciden con las de trabajos previos. Hay evidencias de que el cambio climático antropogénico provoca un incremento de los fenómenos meteorológicos adversos en todo el planeta. En España, diversos análisis realizados por la Agencia Estatal de Meteorología ponen de manifiesto que las olas de calor aumentan en España alrededor de tres días por década, lo que coincide con una de las afirmaciones del estudio a escala global. 

Es importante destacar los principales mensajes del informe: 

  • Cada décima de grado de calentamiento importa: desde la firma del Acuerdo de París el planeta se ha calentado 0.3 °C, una cifra que puede parecer pequeña, pero que supone once días anuales más de calor extremo que hace una década. 

  • La adaptación al cambio climático es fundamental, dado que se trata de una realidad que ya nos golpea; pero es también imprescindible la mitigación mediante una rápida reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que permitiría evitar los peores efectos asociados a este fenómeno. 

  • Los científicos autores del informe también consideran que los fenómenos meteorológicos extremos afectan mucho más, de forma desproporcionada, a comunidades marginadas y, dentro de estas, especialmente a las mujeres por el rol que juegan en esas comunidades. Subrayan, además, y es importante tenerlo en cuenta, que en países menos desarrollados también hay una desigualdad marcada en materia de ciencia del clima, por la falta de datos en esas zonas.  

Los estudios de atribución al cambio climático en los que se basa el informe son muy complejos, aunque la metodología está revisada por pares y esto ofrece garantías científicas. Básicamente, el método consiste en identificar un episodio meteorológico extremo, acotarlo espacial y temporalmente y analizar los datos (temperaturas alcanzadas o precipitación acumulada, por ejemplo). En función de los resultados del análisis, calculan si episodios similares se han hecho más frecuentes y/o intensos en las últimas décadas.  

Además, comparan los datos obtenidos con los de simulaciones realizadas con avanzados modelos climáticos, en los que se recrea un planeta 1,3 °C menos cálido. En función de la diferencia obtenida entre las observaciones y las simulaciones, tratan de determinar el rol que juega el cambio climático en la mayor frecuencia e intensidad de fenómenos adversos. 

Las conclusiones son siempre estadísticas: “El cambio climático ha hecho diez veces más probables las olas de calor extremas como la vivida en España y Portugal en junio de 2017” es un ejemplo. En algunos casos, han llegado a concluir que un determinado episodio habría sido virtualmente imposible sin el cambio climático, es decir, en un planeta que no se hubiese calentado 1,3 °C. 

Las principales limitaciones de este tipo de estudios vienen dadas por la falta de datos en determinadas zonas, tanto del episodio en cuestión como, sobre todo, información histórica que permita evaluar si ha aumentado la frecuencia e intensidad de fenómenos similares. También hay que tener en cuenta que las simulaciones a través de modelos climáticos, aunque están en proceso de mejora continua, no son una recreación exacta de la realidad y, por lo tanto, existen siempre incertidumbres sobre los resultados que han de tenerse en cuenta en un análisis riguroso.

No declara conflicto de interés
ES

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Froila M. Palmeiro

Investigadora en el Euro-Mediterranean Center on Climate Change (CMCC, Italia)

Science Media Centre España

Este informe recoge los eventos climáticos extremos más significativos ocurridos durante el año 2025 y analiza su posible relación con el cambio climático. Este análisis permite llevar a cabo lo que se conoce como atribución climática, que, por un lado, puede indicar una mayor probabilidad de eventos como olas de calor, incendios, sequías, así como lluvias intensas, inundaciones o huracanes, como consecuencia del cambio climático; y, por otro lado, puede señalar posibles alteraciones en la intensidad o extensión de estos eventos. 

En los últimos diez años, la temperatura media global ha aumentado en 0,3°C. Aunque este incremento pueda parecer pequeño, se traduce en un promedio de 11 días adicionales de calor extremo por año. Además, las olas de calor se han vuelto diez veces más probables, lo que subraya que cada décima de grado que logremos evitar es, en sí misma, un importante logro.  

Los impactos de los fenómenos extremos de 2025 subrayan la vulnerabilidad de ciertas regiones del Sur Global, siendo especialmente notable el riesgo desproporcionado que enfrentan las mujeres en lugares como Sudán del Sur, donde su menor cualificación laboral las obliga a desempeñar trabajos más expuestos, como son la agricultura o la venta ambulante. 

Otra injusticia de la crisis climática que destaca el informe se refiere a los propios estudios científicos, ya que los modelos climáticos están mejor calibrados para el hemisferio norte. Esto, junto con la falta de datos observacionales en el hemisferio sur, dificulta la precisión de los análisis y la calidad de las predicciones para los países del Sur Global. 

El informe urge a mejorar las medidas de adaptación ante la emergencia climática, pero también advierte que, en algunos casos, como sucedió durante el Huracán Melissa, estas medidas pueden resultar insuficientes. Esto resalta la necesidad de reducir drásticamente las emisiones para poder frenar la escalada de los impactos.

Declara no tener conflicto de interés
ES

Anna Cabré - WWA informe 2025

Anna Cabré

Científica del clima asociada a la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos)

Science Media Centre España

Es un excelente resumen de cómo los impactos del cambio climático se sienten con mayor intensidad en el Sur Global. Es especialmente desafiante allí porque nos faltan suficientes datos de estaciones para calibrar de manera precisa las simulaciones y atribuir correctamente los efectos del cambio climático. Con urgencia, debemos intensificar los esfuerzos de mitigación y fortalecer las estrategias de adaptación para prevenir las peores consecuencias del cambio climático.

No declara conflicto de interés
ES
Publicaciones
Unequal evidence and impacts, limits to adaptation: Extreme Weather in 2025
    • Informe
30/12/2025
Autores

 World Weather Attribution.

Tipo de estudio:
  • Informe
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