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Reacciones al anuncio de que la mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores a partir del 20 de abril

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha informado hoy de que las mascarillas dejarán de ser obligatorias en interiores después de Semana Santa. La medida entrará en vigor el 20 de abril. Seguirá siendo obligatoria en transportes públicos, centros sanitarios y residencias, pero no se conocen todavía los detalles finales del nuevo escenario.

06/04/2022 - 16:50 CEST
 
Mascarillas en interiores

El riesgo de transmisión de la covid-19 es mucho mayor en espacios interiores que al aire libre. / Adobe Stock

Reacciones

Voro Peiró - mascarilla interiores

Salvador Peiró

Epidemiólogo e investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO)

Science Media Centre España

La retirada de la obligatoriedad de mascarillas en interiores tras Semana Santa me parece razonable en el actual escenario epidemiológico. Siempre con las excepciones y matices propuestos en el borrador de la Ponencia de Alertas que ha circulado estos días. Y siempre que los datos de hospitalización no repunten en las próximas dos semanas. 
 
Me parece importante hacer hincapié en las situaciones en que la Ponencia recomienda (no solo en las que el uso es obligatorio) continuar usando mascarillas en interiores. En ese sentido, sería de interés que Ministerio y Comunidades Autónomas realizaran alguna campaña de comunicación social trasladando a la población la importancia de estas recomendaciones (también las recomendaciones asociadas al aislamiento). 
 
Con el soniquete de “fin de pandemia” que tiene la retirada de medidas (y la forma de comunicarlas) es previsible que haya muy poca adherencia a las obligatorias y a las recomendadas. Y con los niveles de transmisión actuales la adherencia a las recomendaciones es aún muy importante.

No declara conflicto de interés
ES

Óscar Zurriaga - mascarilla interiores

Óscar Zurriaga

Epidemiólogo, investigador del departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública, Ciencias de la Alimentación, Toxicología y Medicina Legal, Universitat de València y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología

Science Media Centre España

En la actualidad la situación de la pandemia de covid-19 es más favorable de lo que lo era hace tan solo unas semanas, pero es conveniente recordar que aún no ha finalizado y que persiste la transmisión del virus. La nueva estrategia de vigilancia lleva apenas quince días en vigor y, aunque es posible disponer de la serie temporal de los indicadores contemplados en la misma para un periodo mucho más amplio que esos 15 días, es todavía un poco prematuro hacer una evaluación completa. Por lo que sabemos de esos indicadores hay una heterogeneidad territorial y, en general, se observa una cierta estabilización desde hace aproximadamente un mes. Es cierto que los indicadores de más gravedad se sitúan en niveles bajos.

En las próximas dos semanas podremos tener más elementos para evaluar la situación de una manera mucho mejor y es posible que la situación haya evolucionado de manera que permita adoptar medidas diferentes. Pero también es posible que la movilidad que se va a producir próximamente, con motivo de la Semana Santa y otros acontecimientos, indiquen que la situación es otra.

Por eso el anuncio de la retirada de mascarillas en interiores en una fecha determinada, sin que sepamos a priori cómo estará la situación en ese momento del futuro próximo, no puede ser una medida basada en la evidencia de la situación epidemiológica de ese momento, sino en otras cuestiones. Esos otros aspectos también deben ser contemplados, sin duda, pero requieren ser explicitados al tomar la decisión para que sea comprendida por la ciudadanía.

El uso de la mascarilla en interiores es una medida muy icónica, y muy visible, y su eliminación también transmite el mensaje de que ya no hay necesidad de ninguna medida. Hay que recordar que la nueva estrategia de vigilancia se fundamenta en la necesidad de centrar la protección en las personas vulnerables y, para que eso sea efectivo, es imprescindible que se mantengan algunas medidas en los ámbitos donde residen, viven y trabajan estas personas. Parte de su éxito radica en que quienes no son vulnerables protejan a quienes sí lo son con su comportamiento y el cumplimiento de esas mínimas medidas. 

Sería muy conveniente que, en determinadas situaciones, se mantuviera el uso de mascarillas en interiores, y también otras medidas que tienden a olvidarse como la ventilación y evitar aglomeraciones en espacios cerrados, fundamentado en la necesidad de proteger a las personas vulnerables. Por ello también sería necesario que se establezca muy bien, y se explique mejor, en qué circunstancias debe ser algo más que una recomendación el uso de la mascarilla en interiores.

No declara conflicto de interés
ES

Adrián Aginagalde - mascarillas interiores

Adrian Hugo Aginagalde

Portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud pública y Gestión sanitaria (SEMPSPGS), jefe de servicio de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica e Información Sanitaria de Gipuzkoa y, anteriormente, jefe de servicio de la Unidad de Programas de Cribado Poblacional en el Ministerio de Sanidad

Science Media Centre España

Antes del inicio de la vacunación el 10 % de los casos precisaban hospitalización; en la última onda, el 2,4 %, y la letalidad ha bajado de un 1 % a un 0,1 %. Es decir, la vacunación y ómicron han disminuido la gravedad y toca reevaluar las medidas. A pesar de ello, el impacto asistencial del SARS-CoV-2 sigue triplicando el de la gripe y el porcentaje de hospitalizados en mayores de 60 años es elevado. Parece, por lo tanto, prudente mantener el uso de mascarillas en espacios sociosanitarios y sanitarios.

En cambio, la transmisibilidad en colegios ha sido baja en las distintas series estudiadas (menos del 5 %) y el porcentaje de hospitalización también (menos del 0,5 %), lo cual avalaría la modificación en centros educativos. Los espacios de socialización sí han sido uno de los principales lugares de transmisión (con una tasa de ataque secundario mayor del 30 %) y es necesario introducir medidas de ventilación que disminuyan el riesgo, pero dado el elevado porcentaje de vacunación, y mientras se mantenga la ocupación hospitalaria actual, resulta esperable plantear su retirada.

Quizá el aspecto más complicado de valorar sea el de los centros de trabajo, con una transmisibilidad elevada (tasa de ataque secundario superior al 15 %), situaciones muy distintas y personas en edades con mayor vulnerabilidad. En estos entornos es necesario establecer primero medidas que garanticen la ventilación, y luego en qué condiciones puede ser necesario el uso de mascarillas, valorando la distancia entre personas, el número de personas que trabaja en el mismo recinto y las condiciones ambientales. Probablemente en los lugares con un elevado número de personas y sin posibilidad de garantizar una adecuada ventilación habría que valorar el uso de mascarillas para proteger la salud del trabajador.

Adrián Aginagalde participa en grupo de trabajo de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interritorial del SNS.

ES

Quique Bassat - mascarilla interiores

Quique Bassat

Pediatra, epidemiólogo y director general del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal)

Science Media Centre España

Me parece una recomendación adecuada, valiente y en sintonía con el nuevo paradigma de convivencia con el virus. Aunque la incidencia siga siendo alta debemos avanzar hacia la normalización de nuestras rutinas, y retirar la obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores era una medida ansiada por todos. Pero que nadie se equivoque: que no sea obligatorio no quiere decir que todos debamos dejar de usarla. Que aquellas personas que se sienten protegidas por su uso sigan llevándola hasta que no la sientan más necesaria.

No declara conflicto de interés
ES


Ignacio Rosell - mascarillas interiores

Ignacio Rosell

Médico especialista en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Valladolid

Science Media Centre España

Me gustaría recomendar el uso de mascarilla a toda persona con síntomas de infección respiratoria, con independencia de que sea un espacio en el que la mascarilla ya no se exige.

También la concienciación de todos para no acosar a quien decida continuar con su uso. No conocemos las circunstancias de cada persona (por ejemplo, si convive con vulnerables o los cuida, etc.).

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