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Reacciones: los datos de movimiento pueden predecir el riesgo de párkinson años antes del diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson suele hacerse cuando ya existe gran daño neuronal y los síntomas son evidentes. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) ha usado datos de movimiento y de calidad de sueño procedentes de acelerómetros portátiles y concluye que pueden ayudar a identificar la enfermedad de forma precoz, años antes del diagnóstico clínico. Aunque no existe un tratamiento preventivo eficaz, los autores proponen que la herramienta puede determinar personas con riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson e identificar participantes para ensayos clínicos de tratamientos neuroprotectores. Los resultados se publican en la revista Nature Medicine.  

03/07/2023 - 17:00 CEST
 
Reacciones

José Luis Lanciego - parkinson movimiento diagnostico

José Luis Lanciego

Investigador Senior del Programa de Terapia Génica en Enfermedades Neurodegenerativas en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Universidad de Navarra

Un equipo de investigadores británicos de la Universidad de Cardiff ha analizado los patrones de acelerometría recogidos a partir de dispositivos portátiles y seleccionados en un subgrupo de más de 100.000 pacientes elegidos aleatoriamente de entre el más de medio millón de pacientes registrados en el biobanco británico (UKBB). El principal objetivo es evaluar si dichos datos obtenidos de acelerometría pueden ser considerados como un biomarcador relevante para el diagnóstico temprano de enfermedad de Parkinson en la población general. Estos investigadores han comparado sus resultados con los obtenidos con otros modelos predictivos que usan otros tipos de biomarcadores tales como genéticos, sanguíneos, bioquímicos, estilo de vida y síntomas prodrómicos. Se han recogido datos de acelerometría cada hora del día durante siete días consecutivos. 

Los resultados del análisis realizado demuestran que años antes del diagnóstico de enfermedad de Parkinson, los patrones acelerométricos ya se encuentran alterados y, además, que en ninguna otra patología neurológica se observa una reducción similar. Otra observación destacable es la comprobación de que el sueño se encuentra más deteriorado en pacientes parkinsonianos, los cuales se levantan de la cama durante la noche con mayor frecuencia que la población general. Finalmente, y por su importancia a nivel clínico, es muy relevante el hecho de haber comprobado que los datos de acelerometría con dispositivos portátiles incluso pueden predecir el tiempo de conversión hasta el diagnóstico de enfermedad de Parkinson, esto es, cuánto tiempo va a tardar una persona con patrones acelerométricos alterados en sufrir dicho proceso neurodegenerativo. 

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por ser un proceso neurodegenerativo lento, con un diagnóstico inicial en torno a una media de 65 años de edad, aunque se sabe que el proceso neurodegenerativo ha comenzado mucho antes (incluso hasta 20 años antes), si bien la elevada plasticidad del sistema dopaminérgico puede compensar pérdidas iniciales de dopamina en el cerebro, de manera que no aparecen los síntomas típicos hasta mucho después y, como cualquier otra enfermedad, no puede ser diagnosticada en ausencia de sintomatología. Existe un enorme interés científico y clínico en identificar a los pacientes en fases prodrómicas (antes del diagnóstico inicial), para lo cual habitualmente se han venido valorando aspectos tales como la presencia de trastornos en el sueño REM (los pacientes con dichos trastornos presentan una elevada tasa de conversión a enfermedad de Parkinson), estreñimiento, alteraciones en el olfato (hiposmia), excesiva somnolencia diaria, hipotensión ortostática e incontinencia urinaria, entre otros. No obstante, el poder predictivo de estos síntomas hasta la fecha ha sido reducido. 

El principal valor de este estudio consiste en haber demostrado que las medidas de acelerometría obtenidas mediante dispositivos portátiles (como por ejemplo un SmartWatch u otro tipo de dispositivos similares) son más útiles que la valoración de cualquier otro síntoma potencialmente prodrómico a la hora de identificar qué personas de la población normal presentan un mayor riesgo de padecer enfermedad de Parkinson en el futuro, así como poder calcular cuántos años van a tardar en comenzar a sufrir dicho proceso neurodegenerativo. En estas enfermedades el diagnóstico temprano está hasta cierto punto en entredicho, pues de poco sirve dicho diagnóstico temprano si no se dispone de tratamiento neuroprotector. Sin embargo, sí es de elevada importancia para ser empleado en ensayos clínicos tendentes a evaluar la eficacia de nuevos tratamientos potencialmente neuroprotectores y que tienen por objetivo principal el de disminuir —e idealmente incluso detener— la progresión clínica que típicamente caracteriza a la enfermedad de Parkinson. 

En nuestro mundo actual, digital y permanentemente conectado, el empleo de dispositivos portátiles de estos tipos para medir telemétricamente diferentes parámetros en patologías neurológicas se va consolidando muy rápidamente. De hecho, en el mes de junio de 2022 la Food and Drug Administration (FDA; el organismo regulador del mercado farmacéutico en USA), aprobó el uso de un software denominado StrivePD Ecosystem como una aplicación para el Apple Watch que permite monitorizar diferentes parámetros en los pacientes parkinsonianos, tales como aspectos motores y no motores, episodios de rigidez y de temblor en reposo, así como la eficacia en la respuesta a medicación antiparkinsoniana. De manera similar, otra compañía con interés en telemedicina digital denominada NeuroRPM (Washington DC, USA), ha obtenido la aprobación de la FDA para el empleo de una aplicación de Apple Watch que monitoriza síntomas comunes de la enfermedad de Parkinson tales como bradicinesia (lentitud de movimiento), temblor y discinesia (movimientos anormales inducidos por medicación). Otra aplicación para el Apple Watch recientemente aprobada por la FDA para similares indicaciones es “Parky”, desarrollada por la compañía turca con base en Ankara denominada H2o Therapeutics. Dentro del prometedor campo de los dispositivos portátiles en el contexto de la enfermedad de Parkinson, un enfoque algo diferente ha sido el realizado por la compañía Cala Health (California, USA), quienes han diseñado un reloj de pulsera capaz de enviar estímulos eléctricos al paciente en el momento de comenzar a aparecer temblores y así poder corregirlos.

No declara conflicto de interés
ES

José López Barneo - parkinson movimiento diagnostico

José López Barneo

Catedrático de Fisiología e investigador de la Universidad de Sevilla

Science Media Centre España

El artículo es muy interesante. Se basa en una cohorte de miles de personas a las que se midieron sus movimientos espontáneos (con un acelerómetro en la muñeca) durante una semana años atrás. Se ha estudiado si estos datos predicen el sufrir o no párkinson posteriormente. Se ha encontrado una correlación muy fuerte entre las personas que se mueven poco y despacio con sufrir párkinson en el futuro. Estos datos son específicos de párkinson y no predicen padecer posteriormente otras enfermedades neurológicas (como por ejemplo otra demencia como alzhéimer o distonía) o de las articulaciones (osteoartritis). 

Me parece que el artículo es de calidad, aunque se basa en metodologías (selección de cohortes y análisis estadísticos específicos) que no uso en mi trabajo y no conozco bien.   

Encaja muy bien con el conocimiento actual. Otros autores habían descrito previamente que la lentitud de los movimientos es un rasgo característico de algunas personas que posteriormente desarrollan párkinson. Estos estudios habían sido hechos en cohortes preseleccionadas (con riesgo de tener párkinson) y se llevaron a cabo en un hospital (es decir, requirieron la intervención de personal sanitario para hacer el análisis de los movimientos). El estudio actual se lleva a cabo en la población general en una cohorte muy amplia y los análisis se hacen de forma automática, a partir de los datos registrados con el acelerómetro portátil. Esto es novedoso y muy interesante, ya que es relativamente fácil de hacer en la población general.   

Hay síntomas “prodrómicos” fácilmente registrables que permiten hacer una predicción varios años antes de comenzar con la enfermedad con una fiabilidad muy superior a la obtenida previamente con los análisis genéticos, del estilo de vida o de registro de síntomas que se consideran prodrómicos del párkinson (como la anosmia o el estreñimiento)”.        

¿Qué ventajas podría suponer, teniendo en cuenta que no hay tratamientos preventivos o dirigidos a la causa? 

Este es, en mi opinión, el aspecto más discutible del estudio. Saber diez años antes que tienes un alto riesgo de tener párkinson es muy interesante y valioso desde el punto de vista científico (abre nuevas perspectivas a la investigación sobre la patogénesis de la enfermedad y, entre otras ventajas, permite probar la eficacia de nuevos medicamentes protectores). Además, se le da la oportunidad al futuro paciente de prevenir/paliar su enfermedad. No obstante, y dado que esta prevención todavía no es posible, no queda claro que ello aporte ventaja alguna al futuro paciente. Es un tema que tiene implicaciones éticas importantes. Lo mismo ocurre con otras enfermedades.

Declara no tener conflicto de interés
ES

Obeso y Foffani - párkinson movimiento

José Obeso

Catedrático de Neurología en la facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo y director del Centro Integral de Neurociencias HM CINAC

Guglielmo Foffani

Ingeniero biomédico en el Centro Integral de Neurociencias HM CINAC

Science Media Centre España

El trabajo es muy interesante y de alta calidad, y arroja datos muy elocuentes sobre la alteración precoz de la movilidad en la enfermedad de Parkinson. Es un ejemplo de los muchos que se completarán en un futuro próximo en párkinson y en otras muchas enfermedades utilizando las nuevas herramientas de obtención de datos —como el teléfono móvil— y la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial.  

Lo que miden es la aceleración en la mano dominante, y el hecho que esa medida sencilla acabe siendo mejor que medidas genéticas o biológicas más sofisticadas [a la hora de predecir el desarrollo de párkinson] es muy importante y tiene mucho sentido. Por otra parte, que la alteración no exista en otras enfermedades neurológicas —salvo en otros parkinsonismos, lo cual es normal— le da también mucho valor. Además, como apuntan los autores, el método de captación de datos es fácil y barato.  

El punto delicado en la interpretación y divulgación de este tipo de estudios es el clásico proceso de “amplificación” entre lo que los autores dicen, lo que ellos mismos sugieren y lo que finalmente se comunica. Hacia el final de la discusión, los autores escriben muy correctamente lo siguiente: "En el entrenamiento de nuestro modelo hemos dado prioridad a la sensibilidad frente a la especificidad, creando así una herramienta de cribado más que un sustituto del diagnóstico clínico”. Esto significa que el test da muchos falsos positivos, así que si el test da positivo ciertamente aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson, pero siendo una enfermedad poco prevalente (la enfermedad de Parkinson no es la covid-19) la probabilidad de desarrollarla sigue siendo muy baja. 

Por esto mismo, la segunda parte de la conclusión del artículo es excesivamente optimista: "En conclusión, nuestros resultados sugieren que la acelerometría recogida con dispositivos portátiles en la población general podría ser utilizada para identificar a aquellos con un riesgo elevado de padecer enfermedad de Parkinson a una escala sin precedentes y, lo que es más importante, permitiría que los individuos que probablemente la desarrollen en los próximos años puedan ser incluidos en estudios para tratamientos neuroprotectores”.  

En resumen, el trabajo proporciona una herramienta sencilla y de bajo coste, muy valiosa, de cribado temprano de la enfermedad de Parkinson (donde un test positivo identifica a personas con más riesgo de desarrollar la enfermedad, pero hay que tener claro que sigue siendo mucho más probable que no la desarrollen). El trabajo no proporciona una herramienta para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Parkinson. Esta “sutileza” es crítica para valorar correctamente el alcance del estudio. 

No declara conflicto de interés
ES
Publicaciones
Wearable movement-tracking data identify Parkinson’s disease years before clinical diagnosis
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
Revista
Nature Medicine
Fecha de publicación
Autores

Schalkamp et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
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