La COP30 finaliza con un acuerdo de mínimos, al dejar fuera la mención a los combustibles fósiles

Un día después del plazo marcado, la COP30 de Belém (Brasil) ha logrado finalmente un acuerdo de mínimos. El texto no menciona una hoja de ruta para abandonar los combustibles fósiles, como pedían más de 80 Estados, con la Unión Europea entre ellos. El acuerdo recoge que los países acordaron acelerar la acción climática y triplicar la financiación para los países en desarrollo que se enfrentan a fenómenos meteorológicos extremos. 

22/11/2025 - 20:59 CET
EFE

El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, participa en la sesión plenaria de la COP30 este sábado, en el Centro de Convenciones Hangar donde se realiza la COP30, en Belém (Brasil). EFE/Andre Borges.

Reacciones

Alicia Pérez-Porro - COP30

Alicia Pérez-Porro

Bióloga marina, responsable de interacción política y relaciones institucionales en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) presente en Belém (Brasil)

Science Media Centre España

La COP30 tenía que ser la COP de la adaptación y todos aquellos que trabajamos en ese ámbito nos vamos de Belém con una sensación agridulce.   

Tenemos, por un lado, el financiamiento. Es verdad que se ha acordado triplicar la partida de financiamiento destinada a adaptación, pero esta decisión tiene truco. No se ha acordado que los países aporten más financiamiento a la acción climática, es decir, no se va a triplicar la aportación pública a la acción climática; lo que se ha acordado es que del financiamiento aprobado en Bakú durante la COP29 se aumente el tanto por ciento destinado a adaptación. Aunque en términos generales es una buena noticia, la realidad es que la mitigación hoy en día se lleva el 80 % del financiamiento, y que triplicar la partida de adaptación solo es un parche porque lo que de verdad se necesita es triplicar el financiamiento público en adaptación.  

Por otro lado, tenemos el Objetivo Global de Adaptación (GGA, de sus siglas en inglés). Uno de los temas centrales de las discusiones sobre el GGA han sido los indicadores de adaptación. Terminamos COP29 en Bakú con una propuesta de lista de 100 indicadores que medían, por ejemplo, el número de países que integraban medidas de adaptación climática en sus planes nacionales o la proporción del territorio de un país dedicado a la producción agroalimentaria que utiliza prácticas y tecnologías relevantes para la adaptación climática (por citar solo un par de ejemplos). Hoy hemos terminado la COP30 con la adopción de una lista reducida de 59 indicadores y con el descontento de los países de América Latina, la UE y el bloque africano, entre otros, por considerar que esta lista no refleja las realidades de muchos países, principalmente las de aquellos en vías de desarrollo. El bloque africano iba más allá y pedía el bloqueo de los indicadores actuales dada su preocupación a que los presionen a gastar más de los escasos fondos de sus propios gobiernos en adaptación y pedía la creación de un grupo de trabajo específico y trasladar su aprobación a la COP32, es decir, posponer la decisión dos años.   

Pero yo decido quedarme con las palabras de Josep Garriga, un gran conocedor de las negociaciones con 18 COPs a sus espaldas, que dice que "en el cambio climático una derrota puede ser una victoria, nunca hubiese habido el Acuerdo de París sin el fracaso de la COP15 de Copenhague. 

Conflicto de interés: forma parte del comité asesor del SMC España.

ES

Alejandro Caparrós - COP30

Alejandro Caparrós

Catedrático de Economía de la Universidad de Durham (Reino Unido), profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y autor principal (Lead Author) del capítulo de Cooperación Internacional del AR6 del IPCC

Science Media Centre España

La cumbre de Belém nos ha dejado dos mensajes claros.  

Primero. Los viejos líderes ya no lideran y los nuevos todavía no están en condiciones de tirar del carro. Las negociaciones climáticas han sido lideradas por la Unión Europea y los EE.UU. durante las últimas décadas, con notables éxitos cuando han remado en la misma dirección, como en Kioto o en París. Los EE.UU. no han enviado ninguna delegación a Brasil, y la UE anunció hace unos días una línea roja —el acuerdo debía mencionar expresamente una senda para abandonar los combustibles fósiles— que ha cruzado sin dudar al aceptar un acuerdo sin mención alguna a dicha senda. Por otro lado, China parecía llamada en los últimos meses a suplir la ausencia de liderazgo de los antiguos líderes. Todavía no, aunque su momento llegará. Aunque ya no es realmente un país en desarrollo, sigue alineado con los países en desarrollo que han logrado un compromiso de aumentar la financiación destinada a la adaptación de los países más vulnerables. El compromiso es modesto, pero probablemente más importante que la inclusión o la exclusión de una referencia a los combustibles fósiles con la que la UE, el Reino Unido y otros países han pretendido liderar las negociaciones.  

Segundo. Ha llegado el momento de distanciar las COP, con una cita cada dos años, o dos citas cada cinco, como sugirió Suiza recientemente. Los flecos del Acuerdo de París están cerrados y no necesitamos nuevas declaraciones; necesitamos implementar los acuerdos existentes. La irrelevancia de esta COP en los medios ha sido notable. La pantomima de la negociación de última hora para salvar el planeta no puede repetirse cada año, o deja de ser creíble. 

No declara conflicto de interés
ES

Carlos de Miguel - COP30

Carlos de Miguel Perales

Abogado especializado en medioambiente y profesor de la facultad de Derecho de ICADE (Universidad Pontificia Comillas)

Science Media Centre España

Como puntos destacables positivos están el acuerdo en acelerar la lucha contra el cambio climático, la revisión de las barreras comerciales relacionadas con el cambio climático y triplicar la financiación para los países en desarrollo para hacer frente a los eventos climáticos extremos.  

Como punto negativo destaca sin duda la falta de acuerdo sobre el phase-out de los combustibles fósiles. Entre otras cosas, muestra los límites al liderazgo de la UE en la lucha contra el cambio climático. 

Pueden extraerse en este momento dos conclusiones: 

  • Como ya es habitual, los resultados son menores de los esperados, pero aun así se sigue avanzando, aunque sea poco a poco.  
  • La lucha contra el cambio climático sigue avanzando aun sin EE. UU.
Declara no tener conflicto de interés
ES

Pep Canadell - COP30

Pep Canadell

Director ejecutivo del Global Carbon Project e investigador jefe del Centro de Ciencias del Clima CSIRO en Canberra (Australia)

Science Media Centre España

Más allá de los grandes titulares sobre nuevos acuerdos globales, o la falta de ellos, el papel más importante que la COP30 era el de servir como fecha límite para que los países anunciasen sus nuevos compromisos de reducciones de emisiones para el 2035, los NDCs. Aquí es donde los países demuestran un aumento de su ambición, donde la acción tiene lugar. 

Desafortunadamente, el incremento agregado de todos los países decepcionó otro año con reducciones de emisiones anunciadas que no son suficientes para garantizar el éxito del Acuerdo de París de mantener la temperatura global por debajo de los 2 grados. No se hizo un pacto global de abandonar los combustibles fósiles, pero son los NDCs de cada país los que tienen que responder individualmente al reto global. 

Un avance real de la COP30 fue un reconocimiento más grande de la importancia de la adaptación al cambio climático y el compromiso de países ricos de triplicar la transferencia de dinero a países en vías de desarrollo para ayudarlos a adaptarse a aquellos impactos climáticos que ya son inevitables. 

No declara conflicto de interés
ES

Francisco Doblas - COP30

Francisco J. Doblas-Reyes

Profesor ICREA, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center 

Science Media Centre España

Aunque el hecho de no mencionar la necesidad de eliminar los combustibles fósiles en el documento final no es esperanzador, el hecho de que se siga avanzando en financiación climática es importante. Sin embargo, los aspectos técnicos aún requieren concreción para que el Sur Global continúe con la senda de la transición energética necesaria para reducir sus emisiones, así como para adaptarse a los impactos asociados a los cambios en el sistema climático.

Al mismo tiempo, es importante evitar una perspectiva colonial y recordar que la adaptación no es solo un reto para el Sur Global. El Norte Global tiene aún mucho que hacer, como hemos visto en los desastres recientes. Abordar este reto, protegerse y prepararse para el calentamiento que ya es irreversible, requerirá que el acuerdo social no se diluya y aceptar dedicar una financiación ingente.

Es fundamental tener en cuenta que, sin una reducción sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la acción humana, los umbrales de calentamiento global fijados en el Acuerdo de París se sobrepasarán en las próximas décadas. De hecho, no estamos lejos de alcanzar el umbral de 1,5 ºC de calentamiento. El hecho de que se esté comentando la posibilidad de haber alcanzado, o estar cerca de alcanzar, el pico de emisiones es esperanzador, pero nos enfrenta a una realidad en la que queda un largo camino para llegar al verdadero objetivo, que es el de llevar estas emisiones a cero y, preferiblemente, a valores negativos.

No declara conflicto de interés
ES

Jesse Abrams - COP30

Jesse Abrams

Investigador principal y uno de los principales expertos del Reino Unido en riesgos climáticos físicos de la Universidad de Exeter

Science Media Centre Reino Unido

La eliminación del lenguaje de transición de los combustibles fósiles del borrador de la COP30 representa un preocupante retroceso en los limitados avances logrados en la COP28. Este retroceso se produce precisamente en un momento en el que nuestra comprensión de los riesgos climáticos nos muestra que tenemos menos margen para el retraso de lo que se pensaba anteriormente. 

Ya estamos viendo cómo se intensifican las inundaciones, las sequías y los fenómenos extremos a nivel mundial, mientras que las amenazas sistémicas derivadas de los posibles puntos de inflexión en los sistemas terrestres se ciernen cada vez más sobre nosotros. Las evaluaciones de riesgos actuales subestiman sistemáticamente estos peligros, al no tener en cuenta cómo los impactos climáticos se propagan a través de las redes económicas y pueden desencadenar cambios irreversibles en sistemas como la circulación oceánica. 

A medida que se intensifica la fragmentación geopolítica, en particular con los cambios en el liderazgo climático de Estados Unidos, es probable que veamos cómo las acciones climáticas están cada vez más impulsadas por coaliciones de naciones e industrias dispuestas a actuar, en lugar de por marcos globales unificados. Este estancamiento diplomático no detiene el sistema climático físico. Cada año que continuamos dependiendo de los combustibles fósiles nos expone más a fenómenos extremos y aumenta la probabilidad de cruzar umbrales irreversibles, con profundas implicaciones para la seguridad global y la estabilidad económica. 

No declara conflicto de interés
ES

Daniela Schmidt - COP30

Daniela Schmidt

Catedrática de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Bristol (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

Actualmente nos encontramos en una senda de calentamiento con consecuencias devastadoras para muchas regiones, pueblos, economías y ecosistemas. Esta COP no ha cambiado esta senda, no ha aumentado la velocidad ni la ambición.  

¿Cómo nos recuperamos y, si los gobiernos no aumentan sus medidas, llevamos esto a los lugares donde trabajamos, las ciudades donde vivimos y las comunidades donde tenemos nuestro hogar? Porque ahí es donde hay que actuar cuando los gobiernos fallan. No actuar no es una opción, ya que hay demasiadas comunidades profundamente vulnerables al cambio climático. Aunque en este momento nos centramos en las inundaciones, los huracanes y las sequías, pese a que los calificamos de fenómenos extremos, se convertirán en la norma y se combinarán con el aumento de los precios de los alimentos, los desplazamientos y la pérdida creciente de medios de subsistencia. El cambio climático no se detendrá porque no reconozcamos lo que hay que hacer. 

Declara no tener conflicto de interés
ES

James Dyke - COP30

James Dyke

Profesor asociado de Ciencias del Sistema Terrestre y subdirector del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

La COP30 llega diez años después del logro del Acuerdo de París en la COP21 y su objetivo de limitar el calentamiento muy por debajo de los 2 °C. Para que el Acuerdo de París tuviera alguna posibilidad de éxito, los gobiernos, en particular los de los países ricos e industrializados, habrían tenido que acelerar la eliminación gradual de los combustibles fósiles al mismo tiempo que introducían el apoyo financiero para la transición energética en el Sur Global. Ninguna de las dos cosas ha sucedido. 

En 2024, los procesos industriales vertieron a la atmósfera una cantidad récord de 37.400 millones de toneladas de dióxido de carbono, mientras que la financiación climática prometida hasta ahora es una fracción de lo que se necesita. A pesar de los esfuerzos del anfitrión, la COP30 ni siquiera conseguirá que las naciones acuerden la eliminación gradual de los combustibles fósiles. Este vergonzoso resultado es el resultado de un interés personal de corto alcance y de una politiquería cínica.

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